Construcción y armado del Museo Aerosolar

Un proyecto de Tomás Saraceno

Registro audiovisual: Ian Kornfeld. 2013.

Desde el proyecto curatorial del Parque de la Memoria intentamos que cada exposición colabore, a su manera, a poner en crisis la memoria “hábito”, esa memoria rutinaria que tiende a asentarse en lugares comunes y en conclusiones fáciles y tranquilizadoras. En cambio, nos interesa problematizar desde lo poético, alumbrando aspectos poco frecuentes en relación con nuestro pasado reciente, teniendo en cuenta la enorme potencia reflexiva de la imaginación, la ficción y la metáfora.

En esta oportunidad, compartimos el registro audiovisual del Museo Aerosolar del arquitecto y artista Tomás Saraceno en el marco de la muestra grupal curada por Inés Katzenstein y Javier Villa. Desde su curioso y bello título Aquella mañana fue como si recuperara si no la felicidad, sí la energía, una energía que se parecía mucho al humor, un humor que se parecía mucho a la memoria la exposición intentó testear nuevos modos de abordar la historia y la memoria de nuestro pasado reciente. Inspirada en una frase extraída del cuento “Sensini”, de Roberto Bolaño, la exhibición proponía explorar un vínculo con la memoria que no esté desconectado de una sensación de energía o, incluso, postular un vitalismo apoyado en una relación permanente con lo que ya no está. La muestra contó con la participación de Carlos Huffmann, Irina Kirchuk, Martín Legón, Lux Lindner, Luis Garay, Eduardo Navarro, Belén Romero Gunset, Axel Straschnoy, Marcela Sinclair, Cecilia Szalkowicz, Gastón Pérsico, Santiago Villanueva, Osías Yanov y Tomás Saraceno, todxs ellxs, artistas nacidxs durante los años 70 y 80 y cuyas obras se alejan de los discursos estéticos dominantes sobre el terrorismo de Estado.

El Museo Aerosolar es un proyecto comunitario y colaborativo iniciado por Saraceno. Se trata de un globo construido con bolsas de plástico reutilizables que va tomando forma de acuerdo a las colaboraciones que recibe en cada ciudad donde se aloja. Ante los desafíos que plantean los desplazamientos, las migraciones y la acuciante situación medioambiental, Saraceno desarrolla el concepto de ciudades-aeropuerto, células habitables que se comportarían como nubes, proponiendo así un urbanismo lúdico y utópico, donde las personas se apropian creativamente de las soluciones de vivienda.