Ensayos sobre un tribunal. Al poder de la economía política.
Alicia Herrero
22.03.19 - 09.06.19
FUERA (DE) LA LEY
En un famoso cuento de Kafka, un campesino miserable espera durante décadas ante las puertas de la Ley a que le franqueen la entrada, para finalmente morir sin enterarse de que habían estado siempre abiertas. La Ley del Capital funciona al revés. Nos mantiene en un encierro interior, bajo la apariencia de completa libertad (de mercado, de expresión, de ciudadanía, lo que fuere), pero jamás nos muestra la puerta de salida. Ambas, sin embargo, se complementan. El campesino no sabe que podría, por sus propios medios, acceder a una Ley que lo libere de la
explotación. Nosotros/as no sabemos que re-fundando el trabajo de la Ley podríamos encontrar la salida.
Y es que el dominio de la Ley del Capital está hecho de algo más -mucho más- que pesados portones custodiados por guardias armados (recursos extremos para cuando todo lo demás no alcanza). Está hecho, por ejemplo, de palabras, de una verdadera lengua que resuena en nuestros oídos hasta hacernos creer que es nuestra lengua “natural”, que son palabras de creación propia. Y está hecho de rituales, de gestos, de conductas, de hábitos, de espacios, de imágenes, de objetos, de relatos míticos, de mascaradas, de actuaciones, de puestas en escena. De todo, pues, lo que conforma aquello que la antropología llama cultura. El Capital es una cultura que aparece como naturaleza: su Ley se nos antoja tan fatal como, digamos, la Ley de la gravedad. Y es verdad que es fatal: mata un poco todos los días con la mayor naturalidad.
Ensayos sobre un tribunal de Alicia Herrero sugiere otra manera de actuar la Ley. Una manera que supone modificar espacios, imágenes, gestos, hábitos, etcétera, para ponerse fuera de esta Ley; para generar otra Ley que apunte claramente hacia donde están las puertas, las salidas, la auténtica Naturaleza. Por ejemplo, el espacio de la tragedia (¿y que otra cosa es la experiencia vivida bajo la Ley del Capital?), que hace lugar y cede su voz al Coro, para que pueda dar testimonio sustrayéndose a su lugar de víctima (al igual que en la antigüedad clásica, y eso sigue en la Ley del
Capital, el testigo era un mártir: quien daba testimonio de su fe a costa del sacrificio de su cuerpo).
Los pasillos de la Ley suelen ser penumbrosos, confusos, silenciosos. Aquí, atravesando un pasillo de claridad crítica, las geometrías de la Ley giran sobre sí mismas para iluminar, con su propio movimiento, la evidencia de la necesidad de un juicio a la Ley del Capital, donde el Coro sea otra clase de testigo: quien rehace la Ley con su voz colectiva y polifónica. Allá, en el recinto, se verá que las instancias de la presentación del caso, o de las acusaciones, están encarnadas por mujeres. No debe ser un azar. Ellas están, hoy, un poco fuera de la Ley (del Capital). No son las únicas, desde ya. Todo el amplio y doloroso espacio de la exclusión, la marginación, la explotación, el dominio arbitrario, la colonización de las conciencias -es decir, casi todo el mundo- es el recinto potencial de una regeneración de la Ley.
Incluso, parece sugerir la obra de Alicia, de la generación de una nueva clase de Juez. Porque, ya se sabe: con la Ley del Capital, el juez, por definición, falla.
Eduardo Grüner
El video forma parte de la exposición
ENSAYOS SOBRE UN TRIBUNAL.
AL PODER DE LA ECONOMÍA POLÍTICA.
Espacio Base de Datos – Parque de la Memoria
22.03.2019 al 09.06.2019
Producción Audiovisual:
Video: Apertura.
Performer: Agustina Frontera Paz.
Video: Acusación.
Performers: Carla Crespo, Lorena Vega y Julia Perette.
Casting: Lila Lisenberg.
Maquillaje: Dino Balanzino
Realización: Cocuyo Club
Agradecimientos: Centro de Estudios Legales y Sociales.