"TIREN PAPELITOS"
Mundial '78 Entre la fiesta y el horror

Exposición colectiva

15.06.18 - 20.08.18 / Sala PAyS

Curaduría: Institucional Parque de la Memoria

PAPELES QUE VUELAN EN EL TIEMPO

14 de junio de 1978. Graciela Palacio de Lois y Angela “Lita” Paolín de Boitano se encuentran sobre Avenida del Libertador. Apuran el paso y llegan hasta el estadio Monumental. Tienen las entradas y unos papeles escondidos en el cuerpo. Pasan el control y finalmente entran. Ya están en una de las subsedes del Mundial ’78. Es la primera vez que Lita, que integra Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas desde que secuestraron a su hijo Miguel Ángel – y luego a su hija Adriana –, pisa una cancha. Graciela ya había estado viendo partidos de River. Suben las escaleras, se sientan en las gradas, se agachan para poner algunas obleas que denuncian que en la Argentina se desaparece, se mata y se tortura. Apuran el paso, van a los baños. En los de mujeres, dejan panfletos. En el de hombres, Graciela no puede entrar y arroja los volantes por sobre la puerta. Tienen miedo, pero saben que todo el mundo tiene los ojos enfocados en Argentina. Es el momento para denunciar, y para tirar papelitos.

Los papeles que reparten Graciela y Lita vuelan en el tiempo y llegan hasta nosotros cuarenta años después. ¿Quiénes somos nosotros? Un grupo de periodistas e investigadores – que desde NAN, Memoria Abierta y el Parque de la Memoria – nos propusimos hacer una investigación recuperando el carácter complejo del Mundial ’78, la Copa del Mundo que la dictadura soñó y planificó para barrer sus crímenes bajo la alfombra. Pero hubo muchos papelitos que surcaron los aires para denunciar lo que aquí sucedía. Hubo otros que, como Clemente pedía, fueron tirados al aire para celebrar por fuera de los márgenes que el poder imponía.

Durante los 25 días que duró el Mundial ’78, se registraron múltiples comportamientos sociales. Hubo consenso, aprobación, apoyo, pero, también, hubo resistencia, desobediencia, gambetas para encontrar libertades. Hubo pánico y alegría. La fiesta y el horror. Esa multiplicidad de conductas es la que nos propusimos retratar en la investigación. Como se hace cada vez que se buscan historias para contar, acudimos a otros investigadores – quienes generosamente compartieron consejos y trabajos con nosotros; conversamos con integrantes de organismos de derechos humanos para rescatar sus acciones de denuncia durante esa época; hablamos con periodistas – algunos complacientes con el poder militar – y otros que hicieron su trabajo con la dignidad que se les demanda. Recorrimos publicaciones de la época. Fuimos a archivos nacionales y consultamos otros de manera remota para buscar iniciativas contra el Mundial fuera del país. Entrevistamos a futbolistas, a referentes de organismos de derechos humanos, artistas, y excavamos en los recuerdos de todos aquellos que nos escucharon hablar del Mundial ’78.

Los fenómenos complejos, en general, abren más preguntas que las que contestan. Con ese resultado, como investigadores, quedamos conformes. Si al recorrer la muestra algo se sacude en nosotros, si las pasiones populares y los símbolos nacionales nos duelen junto a los pedidos de ayuda de las Madres en la Plaza de Mayo, habremos podido asir algo de ese fenómeno tan difícil y apasionante. Y ya saben: ¡Tiren papelitos, muchachos!

Luciana Bertoia 

La realización de la exposición “Tiren papelitos”: el Mundial ‘78 entre la fiesta y el horror constituyó una nueva experiencia para nosotros, puesto que había que relatar, transmitir o describir esa paradoja, esas contradicciones, esa confusa experiencia prácticamente corporal, creada y armada por un Estado genocida. El resultado muestra este logro.

Como cada vez que organizamos una actividad, son muchas las personas e instituciones a las que debemos agradecer. Por una parte, celebramos la iniciativa de Memoria Abierta de convocarnos a trabajar en conjunto, la confianza en que nuestros equipos podían resolver este desafío sobre la base de un trabajo riguroso, profesional y, sobre todo, creativo, con el objetivo de transmitir un hecho político y cultural almacenado en la memoria de más de una generación de argentinos.

Por otra parte, esta exhibición no hubiera sido posible sin el acompañamiento del Colectivo de Periodistas NAN y de los fotógrafos, investigadores e historiadores que se fueron sumando a este proyecto. También realizaron aportes el Archivo Nacional de la Memoria, clubes de fútbol, jugadores, artistas y muchas personas que de manera desinteresada brindaron sus testimonios personales sobre los hechos vividos.

Quiero agradecer también a la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires por el apoyo permanente ante cada propuesta.

Como siempre, en nombre propio y en el del Consejo de Gestión del Parque de la Memoria, quiero expresar el orgullo por nuestros equipos de trabajo, que cotidianamente aseguran el futuro de este espacio de memoria y homenaje.

Porque no queremos escuchar nunca más “Los argentinos somos derechos y humanos” y porque no queremos nunca más una Argentina como aquella, se inaugura en el Parque de la Memoria “Tiren papelitos”: el Mundial ‘78 entre la fiesta y el horror, que permitirá reflexionar sobre uno de los momentos clave de nuestro pasado reciente.

Nora Hochbaum

Artistas

Adriana Bustos
Diana Dowek
Rosana Fuertes
Martín Kohan
José Luis Landet
Marcos López
Mariana Tellería
Carlos Trilnick

En los medios