"MIENTRAS MIS MANOS PUEDAN ESCRIBIR..."

PARQUE DE LA MEMORIA

12.09.15 - 15.02.16 / Espacio Base de Datos

Curaduría: Institucional Parque de la Memoria

Mientras mis manos puedan escribir…*

¿De dónde nace la palabra poética en el cuerpo torturado, convertido en otro sin el otro y en soledad cernida por la muerte? ¿De qué voluntad de resistencia, de qué construcción del espíritu? ¿Surge de la memoria personal para buscar la memoria de todos? ¿Para que no se repita la catástrofe?
Juan Gelman

Durante la última dictadura militar (1976-1983) se concibieron expresiones artísticas que ayudaron a combatir el silencio, el horror y la desesperanza que atravesaron con fuerza toda la trama social. Durante este período numerosos actores, escritores, artistas visuales, periodistas, músicos, cineastas e intelectuales fueron prohibidos, censurados y  hasta torturados y asesinados por expresar ideas que eran consideradas peligrosas o “subversivas” por el gobierno militar. Pese a todo, muchos de ellos acompañaron con sus prácticas un intenso proceso de transformación cultural, al impulsar una profunda revisión de los modos de hacer y entender el arte.

Estimulados por el clima de creciente politización que se vivía por aquellos años, crearon sus obras a partir de un intrínseco compromiso con la realidad, incorporando en sus producciones contenidos de neto corte político. Así, en un contexto de intensa movilización y participación, las diversas maneras de hacer un arte comprometido, en ocasiones, se transformaron en acción política directa.

Porque estas obras persisten y se activan hoy entre nosotros, contribuyen también a la construcción de una memoria colectiva. Esta exposición recupera, desde la escritura como forma de expresión y resistencia, algunos de los muchos escritos que se produjeron durante aquellos años. Así, a través de poesías, cartas y textos podemos comprobar que la
palabra no sólo oció como vehículo de transmisión de la experiencia hacia futuras generaciones sino como una herramienta de lucha y denuncia. Pero fundamentalmente como un modo privilegiado de formularnos preguntas desde la palabra, aventurándonos a que la respuesta sea, a su vez, otra pregunta.

El Parque de la Memoria agradece especialmente a Virginia Innocenti y Osmar Núñez por prestar sus voces para este proyecto

* Fragmento de un poema de Ana María Ponce.