MAPA DE SUEÑOS LATINOAMERICANOS

MARTÍN WEBER

15.11.19 - 17.02.20 / Sala PAyS

Curadora: Florencia Battiti
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Una cartografía del soñar en América Latina

¿Cuánto de política cabe en un sueño? O en otras palabras, ¿cómo se produce el encastre entre el deseo y la política?

Si bien a primera vista la pregunta destila cierto extrañamiento, sus reverberaciones atraviesan el ensayo fotográfico de Martín Weber y revela, de manera ostensible, que lo personal siempre es político; que la presencia ⎼o la ausencia⎼ de políticas públicas abre ⎼o cierra⎼ los horizontes de posibilidad de las personas, su capacidad de soñar, de proyectar, de planear un futuro propio pero también compartido.

Uno de los varios méritos del trabajo de Weber es haber implementado una consigna simple para un proyecto complejo y de largo aliento: recorrer entre 1992 y 2013 más de 53 ciudades y pueblos a lo largo de América Latina solicitándole a diversos individuos o grupos de personas que escribieran un sueño o deseo en una pequeña pizarra y se dejaran fotografiar.  Así, cámara de placa al hombro, Martín recorrió Argentina, Cuba, México, Perú, Nicaragua, Guatemala, Brasil y Colombia tomando contacto con comunidades indígenas del nordeste brasileño, pueblos en la Selva Negra de Nicaragua y la selva lacandona en Chiapas, profesores universitarios en Cusco, familias de clase media en Buenos Aires, jóvenes estudiantes del norte de Corrientes y niños en la frontera de Tijuana, entre tantos otros.

“Llevaba la pizarra, conversaba con las personas y juntos pensábamos la puesta en escena. Uno de los usos de la pizarra es señalar que la fotografía es una construcción y no la realidad”, comenta Weber. La pizarra, con su ineludible connotación escolar, funciona así como el hilo que hilvana la narrativa de este ensayo fotográfico en el que resuenan con fuerza los contrastes y contradicciones de una América Latina repleta de asignaturas pendientes. La idea de la pizarra se le ocurrió a Martín a partir de ciertas lecturas de Bertolt Brecht, especialmente de su “efecto de distanciamiento”, que abogaba por un tipo de teatro que produjera distancia emocional en el espectador para que éste pudiera reflexionar críticamente sobre la obra. Sin embargo, la pizarra con los textos manuscritos que resumen en un pequeño espacio anhelos y aspiraciones de todo tipo, introduce también un tiempo otro en la imagen, un tiempo proyectivo, una suerte de “hacia adelante” que tensiona y, de alguna manera contradice, el “esto ha sido” inherente a la fotografía. Si Roland Barthes decía que no había futuro en la fotografía, estas pequeñas pizarras negras se tornan parlantes en la imagen, expresivas y prospectivas, arremolinando el pasado congénito de la fotografía, el presente inseparable del instante fotográfico y el futuro latente del deseo.

El “Mapa de los sueños latinoamericanos” reúne un total de 110 fotografías en blanco y negro de escenas cuidadosamente compuestas en las que, además de la articulación de lo político con lo personal, campean citas y homenajes a la historia del arte, a maestros de la fotografía como el peruano Martín Chambi pero también guiños formales y compositivos a colegas contemporáneos como RES, Eduardo Gil o Alessandra Sanguinetti. Una manifiesta voluntad narrativa, la elección del blanco y negro, la generación de empatía en el espectador y el énfasis en la condición humana son claras referencias a la Fotografía Humanista, esa rama poética del fotoperiodismo practicada por leyendas como André Kertész, Cartier Bresson o Brassai. Pero sin bien Weber inscribe su trabajo en esta corriente al mismo tiempo la cuestiona. Aquí no se trata de capturar “el instante decisivo” sino de construir esmeradas puestas en escena, conversadas, dialogadas y compartidas con el otro.

Así, la mirada de quien recorra esta cartografía del soñar en América Latina probablemente se dirija primero a la pizarra, a leer el sueño del soñador, pero una vez consumada la pulsión inmediata de leer el texto inserto en la imagen, la mirada comenzará lentamente a percibir todo lo demás que esa imagen exhala. Así, cada contexto, sea urbano o rural, interior o exterior, modesto o acomodado, se convierte en un universo de signos a descifrar, un inmenso hiato de sentido a completar que rebota, a veces armónica  y otras desarmónicamente, con el texto escrito en la pizarra.

Al observar detenida y afectuosamente las fotografías de Weber, atendiendo a su textura visual y a su profunda potencia conceptual uno no puede más que comprobar que el tan mentado discurso de la meritocracia – una sociedad en la que el éxito o el fracaso son de quienes se lo “merecen”⎼  resulta un argumento perverso (incluso un tanto idiota) que desconoce que la desigualdad de condiciones implica, en la mayoría de los casos, desigualdad de oportunidades. En este sentido, estas imágenes devuelven con la fuerza de un puñetazo un discurso otro, uno en el que los escenarios económicos y sociales estructuran la capacidad, no ya de concretar un sueño, sino incluso de poder enunciarlo.

En ocasión de la presentación de “Mapa de los sueños latinoamericanos” en el Parque de la Memoria, Weber decidió abrir algunas de las cápsulas de tiempo cifradas en sus fotografías. A tal efecto, la exposición incluye un video documental y testimonios orales en los que Martín vuelve a tomar contacto con varias de las personas que fotografió hace más de veinte años. Sin duda tanto él como sus retratadxs ya son otros, sus sueños y anhelos no pueden ser los mismos. O quizás, quien sabe, sí lo sean…

Florencia Battiti
Curadora 

Martín Weber

Martin Weber (Santiago de Chile, 1968) es artista visual, estudió en la Universidad de Buenos Aires y, entre 1992 y 1993, completó sus estudios en el International Center of Photography de Nueva York. Fue artista en residencia en IASPIS (Estocolmo, 1998), Light Work (Siracusa, 2002), CPW (Woodstock, 2004), MAC y D21 (Santiago de Chile, 2014). Entre las numerosas becas que ha recibido se destacan la otorgada por la Fundación Guggenheim (1998) y Prince Claus (2004). Asimismo le fueron otorgados premios nacionales e internacionales, entre los que sobresalen: Premio Klemm (1999), Hasselblad (1999 y nuevamente en 2001), No Strings Foundation (2005), Silver Eye Award (2008), Gran Premio Instalaciones y Medios Alternativos del Salón Nacional (2016) y Magnum Foundation (2018). Este año, el Gruppo Friulano per la Nuova Fotografía (CRAF) le otorgó el International Award in Photography. En 2011, Ediciones Larivière ha publicado Ecos del interior y, en 2018,  Mapa de sueños latinoamericanos. Actualmente se encuentra realizando su opera-prima “Mapa de sueños latinoamericanos” con el apoyo de Eficine  (México), Sørfond (Noruega),  Mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires, INCAA y Doc Buenos Aires. En esta ocasión por primera vez “Mapa de sueños latinoamericanos”, su ensayo más importante, es exhibido íntegramente en el Parque de la Memoria.