ASSAIG S.T. 1909-1919

Gonzalo Elvira

15.11.19 - 17.02.20 / Espacio Base de Datos

Curadora: María Alejandra Gatti

Assaig / Ensayo: entre Barcelona y Buenos Aires

“Siempre, ante la imagen, estamos ante el tiempo”, así comienza el célebre ensayo de Didi Huberman que plantea la pregunta sobre el sentido que imponen las imágenes en la relación entre la historia y el tiempo. Las imágenes sobreviven a las personas y ante ellas el presente no deja de reconfigurarse desplegando sentidos que actualizan el marco en el que se inscriben. Lo anacrónico es la intrusión de una época en otra, la irrupción en el sentido lineal y sucesivo de los hechos, como un modo de establecer recorridos discontinuos y heterogéneos que habilitan nuevas
lecturas.

A 100 años de la Semana Trágica de Buenos Aires presentamos en el Parque de la Memoria, “Assaig S.T. 1909-1919” de Gonzalo Elvira, artista argentino radicado en Barcelona. La exposición reúne un conjunto de obras que entrecruzan, en un ejercicio anacrónico, los sucesos acontecidos en las “semanas trágicas” que tuvieron lugar en Barcelona (1909) y en Buenos Aires (1919), y traen al presente (2019) la posibilidad de reflexionar sobre las crisis de representación política, social y económica que atraviesan estos 100 años de historia.

Entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909 se desarrollaron los acontecimientos que se conocen como la Semana Trágica de Barcelona. Tras un decreto del gobierno de Antonio Maura para enviar tropas de reserva a las colonias españolas en Marruecos, se sucedieron una serie de protestas contra la guerra y contra el envío de reservistas, quienes en su mayoría pertenecían a la clase obrera. Intensificadas las protestas, los sindicatos convocaron una huelga general que seguida de disturbios y una insurrección popular, tuvo como resultado una feroz represión por parte del gobierno de Maura, quien declaró estado de guerra y envió al ejército a las calles dejando como resultado miles de presxs, heridxs y asesinadxs.

En la semana del 7 al 14 de enero de 1919 transcurrió en Buenos Aires, la también denominada Semana Trágica. Tras una prolongada huelga en reclamo por una mejora en las condiciones laborales en los Talleres Vasena, y luego del asesinato de un obrero a mano de los grupos rompehuelgas, miles de trabajadorxs metalúrgicos declararon la huelga general. Durante esa semana, la policía, el ejército y grupos parapoliciales ultra nacionalistas persiguieron, encarcelaron y torturaron a huelguistas y vecinxs manifestantes. Pese a la distancia geográfica y temporal, ambas experiencias fueron una forma de respuesta organizada en rechazo a un sistema que históricamente impone condiciones desiguales, siempre desfavorables para la clase trabajadora.

A partir de un acervo de imágenes documentales, registro de multitudes en las calles, barricadas, enfrentamientos, postales de calles y esquinas de ambas ciudades, Gonzalo Elvira interviene el sentido material de las imágenes en un ejercicio que disloca la lógica del archivo: la fotografía en este caso opera como medio que convierte al dibujo y la pintura en materia de registro, y las pinturas al óleo están exhibidas en vitrinas a modo de documentos. En otra operación que articula el plano material y conceptual, una serie de retratos perforados con martillo y alfileres reponen el sentido ideológico que va por detrás del recorrido histórico. Una técnica que en sí misma condensa uno de los emblemas de unión de lxs trabajadorxs, la punción como metáfora del disparo y la violencia y, tal vez, la crisis de un sistema que por fuera de su tiempo repite un patrón: el rechazo a la legitimidad de las políticas liberales y neoliberales instaladas en cada contexto.

Elvira presenta un ensayo en el que la imagen nos permite pensar en lo atemporal de su estatuto, en la capacidad de establecer sentidos por fuera de su tiempo y, sobre todo, en la posibilidad de universalizar la incapacidad de un sistema que a lo largo de la historia replica las mismas lógicas.

María Alejandra Gatti
Curadora 

SOBRE LA TRAZABILIDAD DE UN PASADO PRESENTE, O CÓMO CALIBRAR LA HISTORIA

1. La ficción

Calibrar un rastro que podría ser meramente biográfico. Los lugares que uno habita. Allí donde transcurre eso que llamamos cotidianeidad y allí donde se manifiesta el espacio del afecto. O tal vez ambas cosas. Una historia que transita por las dos ciudades en las que, a su vez, transcurre la vida del protagonista. Buenos Aires y Barcelona.

No podemos obviar que hablamos de nosotros mismos, pero tal vez no haya nada más alejado de nuestra voluntad que hacerlo.

2. La huella

Dos historias aparentemente inconexas pero llenas de nudos, una red que se trama entre personajes que se vinculan a uno y otro lugar. Dos hechos separados en el tiempo, en dos lugares lejanos del mundo. Reclamos y subversiones que se entretejen. La historia se redobla, se pliega y nos deja ver los intersticios, deja entrever y formula las otras luces que aparecen tras los grandes relatos.

Dos espacios de revuelta, un margen de diez años y muchos nudos comunes que cuentan distintas historias, pero que fueron.

3. La doblez

Imágenes pormenorizadas, pacientemente ejecutadas, a partir de fotografías de lo real. Otras realidades surgidas del gesto esmerado de la mano, de la mueca de la memoria, de la pulsión entre lo que se dice que sucedió, lo que sucedió o lo que pudo haber sucedido. ¿Y si en realidad cualquier revuelta se tejiera de las demás?

El dibujo tomado de la fotografía, del documento y reproducido fielmente en su conjunto, pero elaborado a través de pequeñas líneas o incisiones que nos recuerdan las múltiples historias de cada uno de los trazos.


Hace ya algún tiempo que Gonzalo Elvira comenzó una serie sobre la Semana Trágica de Barcelona (1909) y la Semana Trágica de Buenos Aires (1919). Un trabajo de reescrituras que plantea cuestiones en torno al proyecto de la modernidad: sus lugares, acontecimientos, ideas o figuras centrales. Una tarea que pormenoriza narrativas y que utiliza el dibujo como un gesto político en sí mismo, que se convierte en un proceso de borrado de la imagen real para recrear una réplica fiel que, por su propia esencia, falsea la imagen de la que parte. En estas obras la Historia se desmiembra, como lo hace el dibujo en pequeños trazos, y deja aflorar las microhistorias que se enlazan configurando otros relatos.  ¿No sería un camino posible seguir los trazos de la canción? Quizás lo que se nos propone aquí es un cancionero, una colección de gestos que no sólo pretenden tender historias, también perforar nuestra mirada. Dejemos que la ficción, la huella y el doblez actúen. Y que cada uno escriba su posible coda.

Teresa Grandas

Gonzalo Elvira

Gonzalo Elvira (Patagonia, Argentina, 1971). Realizó sus estudios en la Escuela de Artes Visuales Antonio Berni en Buenos Aires. Trabaja habitualmente en proyectos de investigación históricos-sociales de larga duración y, en los últimos cinco años, ha realizado diversas exposiciones individuales y colectivas en España, Italia, Argentina, Andorra, Colombia y Brasil donde exhibió sus proyectos en distintos espacios institucionales y privados, museos, galerías, ferias y centros de investigación. Entre las exposiciones individuales podemos destacar “Bauhaus 1919, modelo para armar” (2019) en Galería Siboney de Santander; “12 canciones concretas”, proyecto en colaboración con el músico Grösso en Rodriguez Gallery de Poznan, Polonia (2018) y en el Centro de Arte de Alcobendas, Madrid (2017). Ese mismo año presentó el proyecto “155. La balada de Simón” en La Virreina, Barcelona y “Lo Imborrable”, una intervención en el puente de Deusto en Bilbao. Han escrito sobre su trabajo Javier Díaz Guardiola, Anna María Guasch, Bea Espejo, Luis Francisco Pérez, Rosa Gutiérrez Herranz, Blanca de la Torre, Óscar Alonso Molina, Osvaldo Bayer, Jaume Vidal, y José Luis Corazón, entre otros. Desde 2007, se desempeña como docente en Obradoor (Taller-Laboratorio de Arte). En 2013 fundó GR junto a Rafa Castañer, un proyecto pedagógico de arte dedicado a los niños. Desde el año 2000 a la actualidad vive y trabaja en Barcelona.