DUNAMIS. ENTRE EL DESASTRE Y LA ESPERANZA.

RES

29.09.12 - 10.02.13 / Sala PAyS

Curadora invitada: Diana Wechsler

A partir de tres instalaciones concebidas especialmente por Res para la Sala PAyS, más de 50 fotografías y registros en video, la muestra propuso una reflexión sobre la memoria histórica y política, pero también sobre la memoria biológica y la memoria de los materiales. De esta manera, articulando imágenes y sentidos, la exposición instaba al espectador a reconfigurar sus propios recuerdos. 

PAISAJES DE LA MEMORIA

NORBERTO PUZZOLO

16.03.13 - 12.05.13 / Sala PAyS

Curadora invitada: Adriana Lauria

Paisajes de la Memoria fue una exposición especialmente concebida por Norberto Puzzolo para la Sala PAyS del Parque de la Memoria. La muestra puso en diálogo obras históricas, que testimonian el paso del artista por el Grupo de Vanguardia de Rosario, con sus producciones más recientes, que toman el paisaje como símbolo de las ausencias y violencias sufridas a través de la historia argentina. 

EL SILUETAZO

EDUARDO GIL

18.05.13 - 02.06.13 / Sala PAyS

Curadora: Florencia Battiti

El “siluetazo” desde la mirada de Eduardo Gil

La pregunta sobre cómo representar lo irrepresentable, cómo dar visibilidad a la presencia de una ausencia se aloja en el núcleo de los debates en torno de las paradojas de la representación. El “siluetazo” fue, en este sentido, una acción estético-política que logró simbolizar la desaparición y articular de manera emblemática el arte con una demanda social colectiva: la aparición con vida de miles de desaparecidos durante la última dictadura militar. Rodolfo  Aguerreberry, Julio Flores y Guillermo Kexel, los tres artistas visuales, idearon la acción y acercaron la propuesta a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entre otros organismos de derechos humanos y organizaciones sociales.
Pocos meses antes de que concluyera el régimen militar, el 21 de septiembre de 1983, en el marco de la III Marcha de la Resistencia, los organizadores improvisaron un taller al aire libre y, usando plantillas, comenzaron a delinear siluetas humanas sobre papeles, que luego pegaron verticalmente sobre las paredes de los edificios aledaños, sobre otros  carteles existentes, sobre árboles, etc. Este gesto fue el puntapié inicial para que el público se apropiara  inmediatamente de la tarea. Cientos de manifestantes aportaron otros materiales para realizar las siluetas, “pusieron sus cuerpos” para bosquejarlas y se sumaron a la pegatina impulsada por los organizadores.


Para el historiador del arte Roberto Amigo, el “siluetazo” implicó la toma de la Plaza de Mayo política y estéticamente y el modo de hacerlo, una recuperación de los lazos solidarios perdidos durante la dictadura. 

Si hoy, a treinta años del “siluetazo”, podemos acceder a imágenes que habilitan el abordaje de este acontecimiento histórico es, en parte, gracias a la labor de artistas como Eduardo Gil, quien participó activamente de la acción, tanto política como artísticamente. No cabe duda de que la dimensión artística del “siluetazo” se vio eclipsada ante su radicalidad política y que, incluso, la experiencia colectiva que desencadenó alteró profundamente la noción de autoría.  Sin embargo, ante las obras fotográficas de Eduardo Gil uno se encuentra no solo con el testimonio o el registro de
aquella acción, sino con imágenes resueltas desde la mirada de un artista. “Me preocupaba cómo resolver visualmente las imágenes que se generaban a mi alrededor”, recuerda Gil, “cómo plasmar en ellas la potencia de la fotografía para dar cuenta del entorno y la estética bressoniana con la que me identificaba en aquel momento, me pareció la herramienta ideal”.

La exhibición de estas imágenes en el Parque de la Memoria posibilita hoy la reflexión crítica sobre una de las acciones artístico-políticas más memorables de la historia argentina, nos interpela para que pensemos en la inquietante vigencia que aún proyectan y nos permite, también, revalorizarlas por su significación histórica y artística.

Florencia Battiti

PUNTO DE PARTIDA

BILL VIOLA

06.07.13 - 02.09.13 / Sala PAyS

Curador invitado: Marcello Dantas

Punto de Partida – Point of Departure fue la primera muestra individual de Bill Viola en Buenos Aires, concebida especialmente para la Sala PAyS del Parque de la Memoria.

La exhibición, compuesta por siete videoinstalaciones, recorrió un claro eje temático: la idea de la partida, el doloroso momento de la separación y la ruptura que distingue el aquí del allá, el pasado del presente, la vida de la muerte, el Estado del individuo. El efecto ralentizado de su cámara expone y evidencia las reacciones y expresiones más profundas que nos vinculan y nos unen como colectivo humano. 

RETAZOS TESTIMONIALES, Arpilleras de Chile y Otras Latitudes

TERESA PEREDA

28.09.13 - 10.11.13 / Sala PAyS

Curadora invitada: Roberta Bacic

Para las mujeres que desconocían el destino de sus esposos e hijos durante la dictadura de Pinochet, las arpilleras chilenas oficiaron como un espacio a través del cual canalizar denuncias, angustias y anhelos pero, fundamentalmente, desde el cual resistir y enfrentar en comunidad a la violencia política. Retazos testimoniales conjugó en la Sala PAyS una selección única de arpilleras, que pudo ser explorada partiendo del caso chileno y proyectando a nivel mundial su técnica, su construcción y su particular modo de narrar.

Conjuntamente, se presentó Próximo posible. Cita país, obra realizada por Teresa Pereda como artista invitada. En esta ocasión, Pereda aportó el registro de una acción performática que vinculó en el Parque de la Memoria a representantes de diversos grupos sociales que fueron víctimas de la violencia del Estado: familiares de desaparecidos, pueblos originarios y excombatientes de la guerra de Malvinas. 

Aquella mañana fue como si recuperara si no la felicidad, sí la energía, una energía que se parecía mucho al humor, un humor que se parecía mucho a la memoria.

MUESTRA COLECTIVA

07.12.2013 - 25.02.2014 / Sala PAyS

Curaduría: Inés Katzenstein – Javier Villa

Una muestra de artistas nacidos durante los años 70 y 80 que buscaron, a través de sus obras, testear nuevas formas de relación con la historia, escapando tanto del expresionismo como del conceptualismo de corte político que han dominado los discursos estéticos sobre el terrorismo de Estado.La exhibición se inspiró en una frase extraída del cuento Sensini, de Roberto Bolaño, para proponer un vínculo con la memoria que no esté desconectado de una sensación de energía o, viceversa, postular un vitalismo apoyado en una relación permanente con lo que ya no está. 

Artistas

Luis Garay
Carlos Huffmann
Irina Kirchuk
Martín Legón
Lux Lindner
Eduardo Navarro
Belén Romero Gunset
Axel Straschnoy
Marcela Sinclair
Cecilia Szalkowicz y Gastón Pérsico
Santiago Villanueva y Osías Yanov 

FOTOLIBROS DE DERECHOS HUMANOS

PARQUE DE LA MEMORIA

15.03.14 - 01.06.14 / Espacio Base de Datos

Curaduría: Institucional Parque de la Memoria
 
El fotógrafo mira la realidad con su cámara para entenderla e interpretarla. A través de sus imágenes narra el mundo, narra su vida, expone su manera de ver. Sus preocupaciones, obsesiones y propuestas se manifiestan en sus imágenes y con ellas construye unidades de sentido y de comunicación.La herramienta principal para difundir, plantear y dar a conocer esta mirada es el libro fotográfico. En el libro confluyen ideas, fotografías, diseño, textos, papeles; una síntesis del espíritu de la época y de su interpretación por el autor. Desde el momento en que el fotógrafo articula todas estas herramientas para armar su propuesta visual, el libro inicia un recorrido propio y cumple un papel central en la difusión de la obra.
 
Par muchos artistas visuales, las consecuencias de la dictadura militar han sido devastadoras. Hemos perdido hermanos, padres, hijos, amigos. Era entonces natural que surgieran voces dentro de las artes visuales que intentaran narrar esta pérdida desde una mirada subjetiva, que procurasen comunicar esta experiencia de un modo sensible, que agregasen un punto de vista nuevo.
 
Esta pequeña selección de fotolibros argentinos expresa distintas aproximaciones a la transmisión de la memoria y a las consecuencias de la dictadura militar. Desde los 30.000 de Fernando Guetierrez, a las Ausencias de Gustavo Germano, con los trabajos de Hellen Zout sobre los rastros o de Gerardo Dell Oro sobre las ausencias en su familia, hasta voces de las nuevas generaciones como las propuestas por Pedro Tolchinsky, Inés Ulanovsky o Lucila Quieto.
Cada autor aporta un camino diferente de reflexión y abordaje, y todas ellas se complementan para presentar un panorama complejo que demuestra el profundo efecto que ha tenido la dictadura en la trayectoria vital de miles de argentinos y de sus familias.
 
Marcelo Brodsky

PROYECTO ARCHIVOS DEL TERROR: Apuntes sobre El Plan Cóndor

CARLOS TRILNICK

15.03.14 - 01.06.14 / Sala PAyS

Curadora: Florencia Battiti

El Parque de la Memoria presenta “Archivos del Terror – Apuntes sobre el Plan Cóndor”, una exposición de Carlos Trilnick que consta de un video y una instalación sonora que conjugan imágenes y palabras extraídas de los documentos originales del archivo, descubiertos en Paraguay en 1992 y que registran violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Los llamados Archivos del Terror fueron encontrados pocos años después de la caída del dictador Alfredo Stroessner, ocurrida en 1989. Como parte del archivo, más de mil documentos asientan las operaciones del Plan Cóndor, que pusiera en marcha una estrategia represiva pactada entre las dictaduras sudamericanas. Esta documentación se conserva en el Museo de la Justicia del Poder Judicial, ubicado en Asunción, Paraguay. 

En los medios

Carlos Trilnick: El «arte» del Plan Cóndor
Por Cristina Civale
Jaque al Arte, 13/03/14

PRISIONEROS DE LA CIENCIA

COLECTIVO GUÍAS

07.06.14 - 22.06.14 / Sala PAyS

Curaduría: Institucional Parque de la Memoria

La exposición muestra el trabajo del Colectivo GUIAS (Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social), que desde 2006 se ocupa de identificar y restituir restos de integrantes de los pueblos originarios que fueron prisioneros del Museo de La Plata. Las fotografías expuestas fueron tomadas por los entonces investigadores del Museo a sobrevivientes de la Campaña del desierto a fines del siglo XIX.

Desde sus inicios a mediados del S. XIX la fotografía adquirió diferentes usos y géneros. No solo se reprodujeron innumerables retratos y paisajes, función que antes tenían la pintura y el dibujo, sino que además la imagen fotográfica tomó el valor de “verdad” que las reproducciones reflejaban y se transformó en la certificación y existencia de todo aquello fotografiado. De este modo, su uso como documento o testimonio de la realidad creció rápidamente y se transformó en una herramienta ineludible del registro documental de guerras, revoluciones, culturas y ciudades.
La ciencia no tardó en utilizar la fotografía en sus investigaciones y registros; estas imágenes son un ejemplo de eso. Fueron producidas con el objetivo de registrar a los integrantes de los pueblos originarios, considerándolos objetos de estudio y de exhibición y utilizando para ello todos los medios de dominación y deshumanización de los que el hombre “civilizado” disponía.

Paradójicamente, estas imágenes que fueron tomadas desde un lugar de poder e invisibilización, hoy pretenden deshacerse de la negación y el olvido de estas personas. Desafiando su concepción como registros científicos objetivos, nos permiten reconstruir sus identidades y su historia de lucha y resistencia.
Porque aun cuando la fotografía puede ser utilizada con las peores intenciones y miradas, incluso ahí, está atada a la memoria. Memoria e imagen están unidas de modo indisociable. Toda memoria es una imagen y toda imagen trae al presente una memoria.

Las imágenes de Prisioneros de la Ciencia son memoria de lo acontecido pero también de lo indecible, del pasaje de ser al no ser. Son la mirada de los vencedores, expresión de sus ideas y soporte del relato construido sobre una Nación y su pueblo. Por eso desnaturalizarlas, quitarles su función como documentos científicos y transformarlas en memorias de la identidad de los pueblos, pone en conflicto el discurso hegemónico sostenido durante años acerca de cómo se produjo la conformación del Estado–Nación, y posibilita que la sociedad de hoy sea consciente de ello.

Por este motivo mostrar las fotografías contribuye, por un lado, a denunciar el exterminio y la vulneración de los derechos de los pueblos originarios y, por el otro, a reconstruir las historias personales y colectivas de estos hombres y mujeres. Al igual que ocurre con las víctimas del terrorismo de Estado, conocer la verdad sobre lo sucedido es un derecho de las víctimas, de sus descendientes y de la sociedad en su conjunto.

Cecilia Nisembaum – Cristina Gómez Giusto 

LÍNEA DE TIEMPO

FERNANDO GOIN

28.06.14 - 24.08.14 / Sala PAyS

Curadora: Florencia Battiti
 
Disrupciones en la línea del tiempo
 
Aunque el esfuerzo por definir el arte contemporáneo puede resultar una batalla perdida de antemano, pensarlo como un espacio social del cual disponemos para abordar todo aquello para lo cual no hallamos respuestas totalizadoras, podría resultar un camino bastante más productivo.¿Cómo recordar, críticamente, a ciertos personajes significativos de la historia política argentina sin incurrir en la idolatría? ¿De qué manera acompañar procesos colectivos que nos interpelan ética y políticamente, manteniendo la libertad de conciencia que nos dicta nuestro propio juicio?Cuando Fernando Goin encara una nueva serie de obras aspira a construir un problema. Sin problema -afirma- no hay obra. Y el problema, en este caso, lo constituyen algunos hitos de la historia política argentina. 
 
En “Línea de tiempo”, Goin se apropia de imágenes y sonidos con el anhelo de provocar una disrupción –él diría un volantazo del pensamiento? e instalar una pregunta, una duda, de la cual no necesariamente vamos a obtener una respuesta.Su trabajo comienza hurgando en el Archivo General de la Nación, en el Museo del Cine o en alguna vieja disquería para seleccionar el “tema”. Uno de los más significativos en esta serie es el bombardeo a la Plaza de Mayo por parte de las Fuerzas Armadas, ocurrido en junio de 1955, cuando un sector del ejército con la consecuente complicidad civil intentó asesinar al entonces presidente Juan D. Perón, arrojando explosivos sobre la Casa Rosada. 
 
Una vez escogido el tema, Goin se avoca a la selección de las imágenes y los sonidos vinculados a él, aquellos que le resultan aptos, no sólo en términos históricos sino poética y estéticamente.Así, va construyendo su propia “Línea de tiempo” como un trabajo en progreso, subjetivo e incompleto, en el que el trabajo de edición y montaje de la documentación visual y sonora, sin ocultar las pasiones, habilita espacios de reflexión disruptivos y desacraliza algunas de las escenas y figuras más memorables de nuestra sinuosa histórica política.
 
Florencia Battiti