Registro de la acción Invasión, 2001

GAC (Grupo de Arte Callejero)

Continuamos compartiendo materiales de exposiciones pasadas, en este caso lxs invitamos a ver el registro de la acción Invasión del Grupo de Arte Callejero – GAC, integrado por Lorena Bossi, Vanesa Bossi, Fernanda Carrizo, Mariana Corral y Carolina Golder.

En noviembre de 2017 el Parque de la Memoria presentó Liquidación por cierre, una exposición que dio cuenta de los veinte años de trabajo del GAC y sus prácticas artístico-políticas. Las acciones del GAC tuvieron siempre como escenario a la calle y estuvieron motivadas por la necesidad de apoyar y/o visibilizar la lucha de alguna minoría frente al abuso de poder o la violencia política. Así, su primera intervención fue en apoyo a la lucha de los docentes que ayunaban en la Carpa Blanca en 1997. 

En los años subsiguientes el GAC abordó la problemática del terrorismo de Estado, realizando junto a la agrupación H.I.J.O.S. los escraches a genocidas para visibilizar el clima de impunidad provocado por los indultos hacia fines de los años noventa. 

Para la exposición Liquidación por cierre se construyó en la Sala PAyS una gran instalación con andamios callejeros que ofició de soporte para los registros de las acciones realizadas por el grupo: afiches, imágenes, videos, fotografías, y su icónica señalética, también presente en el Parque, en la intervención urbana Carteles de la memoria, con la que el grupo ganó el Concurso Internacional de Esculturas en 1999.

Invasión se llevó a cabo en diciembre de 2001, y tuvo como objetivo denunciar la crisis política y económica que se vivía por entonces. Constó de dos etapas, en la primera se intervinieron afiches publicitarios de empresas, multinacionales y bancos del microcentro porteño con calcomanías producidas por el grupo que homologaban el código militar al empresarial. Se utilizaron tres íconos militares: tanque, misil y soldado, acompañados por una tabla de referencias donde se los comparaba con elementos del sistema empresarial vigente en ese momento. El tanque fue homologado a las multinacionales, el misil a los medios masivos, y el soldado al sistema de seguridad. La segunda etapa consistió en el lanzamiento, desde lo alto de un edificio céntrico, de diez mil soldaditos de juguete en paracaídas, el 19 de diciembre de 2001, horas antes del estallido de la crisis.

El registro muestra la lluvia de soldaditos cayendo hacia la calle. La gente, sin saber qué ocurre, se detiene a mirar el cielo y trata de agarrar alguno. La escena transcurrió a las cinco de la tarde del 19 de diciembre. Poco después, se declaró el estado de sitio, se produjo la huida del presidente, el corralito, el saqueo de los bancos a los ahorristas y las muertes injustas por la represión, todos eventos que oficiaron de disparadores de las futuras acciones del GAC.

Ésta, como muchas de las acciones del grupo, contó con la ayuda de compañerxs y organizaciones que, como ellas, conciben su trabajo como un proceso colaborativo.

“Como colectivo, nos reconocemos como parte de una genealogía de prácticas artístico-políticas que tuvieron lugar en varios países de Latinoamérica en el marco de la lucha contra el imperialismo y las dictaduras en los ‘60, ‘70 y ‘80; pero también, como parte de un movimiento que llega hasta el presente y se proyecta en las futuras resistencias.”

GAC (Grupo de Arte Callejero)

El GAC se formó en 1997, cuando algunas de nosotras éramos estudiantes de Bellas Artes, y decidimos agruparnos para trabajar y producir por fuera de los espacios tradicionales del arte, motivadas por la lucha docente de la Carpa Blanca. 

Al año siguiente, comenzamos a participar en los escraches de la agrupación h.i.j.o.s y, en 1999, nuestra obra Carteles de la Memoria fue seleccionada para ser emplazada en el Parque de la Memoria. 

Dos grandes líneas temáticas atraviesan principalmente nuestras intervenciones: por un lado, la denuncia de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura cívico-militar y la genealogía del genocidio en Argentina y, por otro, la lucha contra las políticas neoliberales. 

Por lo general, nuestros lenguajes se basan en la tergiversación de los códigos urbanos, considerando los aspectos locales y territoriales en su dimensión física, social y subjetiva. Nuestro trabajo retoma saberes populares y es de carácter anónimo, generado siempre a partir de procesos colaborativos. 

Como colectivo, nos reconocemos como parte de una genealogía de prácticas artístico-políticas que tuvieron lugar en varios países de Latinoamérica en el marco de la lucha contra el imperialismo y las dictaduras en los ‘60, ‘70 y ‘80; pero también, como parte de un movimiento que llega hasta el presente y se proyecta en las futuras resistencias. 

Hemos participado en exposiciones y actos institucionales en varios países, entre los cuales cabe mencionar: la 50° Bienal de Venecia (2003); Ex Argentina, Museo Ludwig, Colonia, Alemania (2004); Cartografías Disidentes, seacex (2008-2009); festejos del Bicentenario, Buenos Aires (mayo 2010); Panteón de los Héroes, Fundación Osde, Buenos Aires (2011); Nuevas Realidades Video-Políticas, ciudades de España y América Latina (2012-2013); Cartografías Poéticas de la Memoria, Centro Cultural Haroldo Conti, Buenos Aires (2012); Disobedient Objects, Victoria&Albert Museum, Londres (2014); Resistance Performed, Migros Museum, Zurich, Suiza (2016). En 2009 publicamos el libro Pensamientos, prácticas
y acciones del GAC, Ed. Tinta Limón.

Registro de la acción Invasión, 2001 
Video super 8
Duración: 3′ 47”

Registro de la acción Invasión, 2001 
Video color
Duración: 5′ 14”

CONFERENCIA

Exhibiendo la ausencia y la pérdida:
10 principios curatoriales

por Joanne Rosenthal


Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado.
Buenos Aires, Argentina.
El workshop se realizó en el marco del proyecto de investigación Staging Difficult Pasts (stagingdifficultpasts.org), financiado por el Arts and Humanities Research Council (AHRC) del Reino Unido.
Bryce Lease, Principal Investigator
Maria M. Delgado, Co-Investigator
Michal Kobialka, Co-Investigator
Cecilia Sosa, Postdoctoral Researcher

Joanne Rosenthal es curadora independiente y consultora museística con enfoque en exhibiciones y proyectos que trabajan sobre pasados “difíciles” y narrativas marginalizadas.

Hasta 2018, fue curadora principal y jefa de exposiciones del Museo Judío de Londres, donde fue responsable de producir algunas de sus exposiciones más famosas, entre ellas Jews, Money, Myth (2019).

por Cecilia Sosa

Postdoctoral Researcher

Proyecto Staging Difficult Pasts:
Of Narratives, Objects and Public Memory

Un repensar radical para abrazar la ausencia

¿Cómo mostrar lo que falta, o lo que queda sin ver? ¿Cómo hacer visible la presencia de la ausencia? ¿Cómo personalizar la pérdida? El workshop “Exhibiendo la ausencia y la pérdida:  objetos, narrativas y trauma” que la curadora independiente y consultora museística Joanne Rosenthal brindó en el Parque de la Memoria el 23 de noviembre de 2019 estuvo enmarcado en el proyecto Staging Difficult Pasts. Este programa de investigación transnacional con sede en Royal Holloway (Universidad de Londres) busca examinar qué nuevos diálogos es posible establecer entre el teatro contemporáneo, la curaduría y los sitios de memoria en Argentina, Polonia, Lituania, España;  países que comparten experiencias disímiles de “pasados difíciles”. 

La idea de invitar a Joanne Rosenthal a Buenos Aires surgió en junio de 2018 recorriendo la muestra Blood. Uniting and Dividing [Sangre. Lo que une y divide] en el Museo Żydowskie Galicja de Cracovia. La exhibición, curada inicialmente por la especialista para el Museo Judío de Londres, y que luego viajó al Museo Polín de Varsovia y a Cracovia, era tan imponente como provocadora. Blood proponía un recorrido por la historia cultural del judaísmo a través de su relación con la sangre, incluyendo los rituales de la Biblia hebrea, la circuncisión, la eugenesia, la ciencia racial, la propaganda nazi, la genética y hasta el vampirismo. Sin embargo, al pasar de sala en sala por el pequeño museo en Cracovia no podía dejar de notar una ausencia: los modos en los que la experiencia posdictatorial argentina con su linajes familiaristas devastados por el terror, sus filiaciones extendidas, sus pruebas de ADN y test de abuelidad habían resultado en un espectro de paradojas sanguíneas que cuestionaban la definición misma de familia, identidad o filiación. La ausencia de aquel “capítulo argentino” en la muestra original resultó entonces una promesa para el encuentro. 

El workshop que Joanne Rosenthal terminó diseñando para el Parque de la Memoria se extendió mucho más allá de los designios sangre. Dirigido a artistas, curadores, activistas y trabajadores de la memoria y de los derechos humanos, apareció como un conjunto de herramientas, tan experimental como inspiradora, casi una suerte de toolkit conceptual y metodológico para poner en escena pasados conflictivos en diálogo con cuestiones de identidad, diversidad y filiación. Centrado en 10 principios o invitaciones metodológicas, el workshop logró exponer narrativas y objetos a través de los cuales artistas y curadores de museos y galerías del mundo habían logrado poner en escena formas diferentes de la ausencia y la pérdida a través de recursos creativos y no necesariamente costosos. 

Mientras la pandemia mantiene museos y galerías a puertas cerradas, el proyecto Staging Difficult Pasts trabajó con el equipo curatorial del Parque de la Memoria para traducir aquel workshop a un formato digital. Así, los 40 minutos de charla original se presentan aquí editados y compilados para permitir que el material de aquel encuentro de noviembre de 2019 circule entre públicos ampliados. 

Los casos presentados por Joanne son tan novedosos como diversos. Desde efímeros memoriales a cielo abierto hechos de frágiles tazas de café para conmemorar todos los años la Masacre Srebrenica en Bosnia, a los marcos vacíos que Sophie Calle montó en el Museo Isabella Stuart Gardner de Boston para señalar una esperanza de retorno. Desde un DJ tocando rodeado de espejos que ocultan un miembro fantasma, a la secreta vigilia cómplice que impone el Museo Judío de Viena a su público mientras recorre una exhibición de máscaras que llevan los rasgos anónimos de aquellos que perecieron durante el nazismo. 

A veces escalofriantes, otros luminosos, los principios que inspiraron el workshop también son una invitación a no descartar el humor y lo mundano en la puesta en escena de la pérdida. Así, el recorrido incluye un paseo por el Museo de las Relaciones Rotas (Croacia), que ostenta en su colección una plancha como el único objeto que sobrevive a una boda y una “tostadora de la vindicación” secuestrada pos ruptura y con la que se amenaza a un antiguo compañero de que no volverá a toast [brindar]. Así también, los frascos con senos extraídos quirúrgicamente donados al Museo de Transología (Inglaterra) por alguien que ya no los necesita son acompañados por una etiqueta donde se lee “thanks for the mammories” [gracias por las mamorias].

El compilado también ofrece un recorrido por la reconstrucción que hizo el MACBA de Barcelona de una exhibición organizada en 1978 en solidaridad con Palestina, donde la obra de más de 200 artistas fue totalmente destruida durante la guerra en el Líbano. Asimismo es un llamado a dejar que las voces de los ausentes hablen por sí mismas, como la colección de objetos tan cotidianos como menores reunida en secreto por los habitantes del gueto judío de Varsovia que nos interpela hoy con la urgencia de un grito lanzado al vacío. El recorrido finaliza con una experiencia personal de la curadora mostrando cómo incorporar las propias críticas dentro de la puesta de una exhibición. 

De este modo, el material del workshop reunido en su versión digital parece recordarnos cómo las formas de poner en escena la ausencia y el trauma serán siempre conflictivas y escritas en plural. Y, aún más, que estas puestas necesariamente involucrarán decisiones estéticas y éticas, que también pueden resultar en demandas de acción para sus públicos diversos y transnacionales. De este modo, esta colección de principios enunciados por Joanne Rosenthal en aquel encuentro busca circular entre audiencias ampliadas, para inspirar nuevas acciones e intervenciones, presenciales o digitales, que apuesten a un uso creativo de las limitaciones y la oportunidad en el sentido más radical. Así, en tiempos de crisis y pandemia, este workshop-toolkit nos ofrece nuevas oportunidades para un repensar radical,  casi una ventana para imaginar y poner en acto sueños curatoriales que abracen la ausencia.  

Bestiario de India's

de Adriana Bustos

Bestiario de India’s, 2020
Acrílico, gouache y hojas de plata s/tela 
200 x 200

Entre las numerosas crónicas que se escribieron durante el siglo XVI con objeto de acercarse al “Nuevo Mundo”, el proyecto de Adriana Bustos añade una retórica particular. En sus obras, la artista viaja de acá para allá, yendo y viniendo, como una cronista, pero elude la orientación antropológica de la mirada. O más bien, habilita una visión más torpe, especulativa o imperfecta si se quiere, que actúa de manera simultánea. Lo importante para su práctica es expandir la concepción que la historia moderna asignó al saber científico. No para clausurar aquella metodología, sino para crear imágenes que amplíen el universo que configura el texto escrito y propongan narrativas transversales.

Bestiario de India’s es, formalmente, un planisferio: una serie de dibujos que fueron realizados por los cronistas del siglo XVI al llegar a América y que Bustos reconstruye generando un gran ecosistema de seres fantásticos y animales monstruosos. Este montaje es un recurso que actúa como mapa . Un gran atlas que integra tiempos y espacios dispares donde la artista agrega conceptos, imágenes y relatos que no se corresponden con el ciclo lineal que la Historia describe, sino que instaura una nueva genealogía de los hechos.            

Bustos excava en la concepción histórica de la cultura que cristaliza como verdad o certeza ciertos acontecimientos del pasado. Los discursos totalizadores son atravesados por nuevas miradas que perforan aquel andamiaje: echar un vistazo a lo que a simple vista no aparece —o cuyo origen es impreciso—, considerar tiempos incongruentes y espacios distantes, hacer tambalear la arquitectura compacta del relato histórico para desentrañar enigmas e imaginar nuevos horizontes de investigación. En la obra de Bustos la imaginación se presenta como uno de los seis sentidos.

Las imágenes con figuras que transgreden los órdenes de lo natural se enhebran en un mundo alucinatorio de sueños. Esa mirada exuberante, inscrita en los bestiarios medievales, permitió ampliar el catálogo de bestias a partir de las crónicas de fauna y flora en América: la crudeza de un mundo desconocido impulsado por la fascinación pero también por el espanto y el deseo moralizante. Un gran elenco de monstruos habita en espacios flotantes donde el tiempo parece frágil, especialmente cargado de misterio, como un mundo cerrado en su propia lógica. Bestiario de India’s estructura en imagen lo que la palabra manifiesta en escritos. Es un texto de carácter visual sobre cómo acceder, figurar y fantasear con lo desconocido.

Gonzalo Lagos

Adriana Bustos nació en 1965 en Bahía Blanca, Argentina, actualmente vive en Buenos Aires. Estudió Arte y Psicología en la Universidad de Córdoba. A través de Becas del Fondo Nacional realizo clínicas con Marcia Schwartz, Mónica Girón y Fabiana Barreda; participó del Programa para Artistas Visuales del Centro Cultural Rojas, de la Fundación Antorchas  y Programa Inter-campos de la Fundación Telefónica. Realizó residencias en Buenos Aires ( Basilisco y RIIA ) en Reino Unido ( Oxford y Brigthon), en Saigón y Berlín. Participó del programa LARA 1 Latin America Roaming Art en Honda, Bogotá. Dentro de sus exposiciones individuales recientes se encuentran:  Vision Machine, Frieze New York, Museo del Barrio, 2020; El retorno de lo reprimido, Fundación Klemm, 2019; La Máquina de Visión, Galería Nora Fisch, 2018; Prosa del Observatorio, MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León), España, 2017; Quién dice qué a quién, Galería Bacelos, Madrid, 2016. Recientemente participó en Dakha Art Summit, Bangladesh, 2020; Cosmólpolis 2, Centro de Arte George Pompidou, Paris 2019. En los últimos años ha participado en la 14 Bienal de Sharjah 2019, UEA; en la Bienal de Montevideo en 2019 y 2014; Site Santa Fé, USA; XI Bienal de Estambúl, Bienal de MedellínBienal del Fin del Mundo, 2009; V Bienal de Mercosur, Brasil  y Bienal de Rennes, Francia. 

Algunas de las distinciones recibidas: primer premio Federico Klemm; primer premio Chandon, primer premio fotografía Fundación OSDE, segundo Premio Chandon, mención Chandon, mención Fundación Andreani, tercer premio Benito Roggio. 

Colecciones: Museo Reina Sofía; Fundación Kadif, EE.UU; Fundación Bienal de Sharjah, EAU; Fundación Arco Madrid; Banco de la República de Colombia; Museo MALBA; Museo de Arte Moderno de Buenos Aires; Foundation Aciacity, Singapour; Fundación Federico Klemm, Fundación OSDE, Museo de Arte Contemporáneo de Lisboa, Museo de Arte Moderno de Medellín, Fundación Cassa di Rizparmio, Módena , Museo de Arte Contemporáneo de Rosario entre otras.

La Historia y sus enunciados configuran modelos de sentido que van anclando nuestro presente por su efecto de verdad, pero a pesar de ello la Historia no es un discurso totalizador. Contiene en su estructura espacios vacíos, contradicciones, quimeras, lugares de ensoñación, territorios inconscientes y alucinaciones. 

Son también vacíos estratégicos en el sentido en que esos mismos vacíos abren un espacio que hace posible la identificación y la apropiación a nivel del sujeto. Los monumentos y los discursos políticos pueden ser ejemplos de su porosidad. Al mismo tiempo que fortalecen y profundizan la ideología, se basan precisamente en estos vacíos estratégicos que pueden subvertir en algún momento la ideología y la autoridad que los sostiene. 

Ir en busca de estas grietas supone sacudir los patrones de conexión preexistentes, conocidos y reacomodar esa información dentro de nuevos patrones. 

Toda práctica artística que tome como materia a la historia supone el trabajo de cortar, unir y diseñar. Un poco el trabajo de una costurera. Algo similar a la costumización. Una manera gráfica de historiografiar consistiría en empalmar contexto con contexto y ellos con nosotros. No se trata de un “contexto” como lugar sólido y seguro donde implantar información sino como otra manera de conectarse que abarca tiempos incongruentes y espacios distantes. Contextualizar debería admitir nuestra presencia, nuestra mirada, nuestro desconcierto y nuestra confusa comprensión de la historia. 

La operación quizás provoque nuevos efectos de verdad es decir la posibilidad de pensar en múltiples historias. 

Los Bestiarios de Indias y los relatos de los cronistas advenidos al mundo americano parecieran sumergirse en el mundo alucinatorio de los sueños. Hombres y mujeres, plantas y flores, piedras y paisajes se funden en enigmas que intentan ocultar y revelar los deseos, las fantasías y los terrores de la humanidad. 

Desde los bestiarios medievales se ha intentado reordenar lo desconocido y darle sentido a lo inexplicable. La tradición de esta mirada exuberante se inscribe en la Edad Media y podría decirse que las crónicas de la fauna y de flora americanas suponen una ampliación de las listas de las bestias medievales; pero creo que estos bestiarios americanos tienen entidad y méritos suficientes como para no rebajarlos a puro recuerdo de otra época y de otra escritura. 

Los bestiarios medievales aparecen en Europa entre el siglo XI y XII y se transforman en un especie de enciclopedia popular. Además de entretener, cumplen una función didáctico-moral. Un repertorio de animales que sirven como ejemplo para los sermones religiosos o para la construcción de una conducta moral. Podría considerarse casi un género literario si tenemos en cuenta que el término “Historia” en tiempos medievales no solo comprendía los hechos de los hombres (más parecido a una crónica) sino que además el concepto abarcaba otros grupos de conocimientos relacionados. La historia divina dedicada a Dios, la eclesiástica dedicada a la institución Iglesia y luego a la Historia Natural de plantas, animales, minerales y suelos. En este sentido el término Historia significaba mas bien “investigación y estudio” poniendo el acento en la experiencia del observador con todo su bagaje experimental, especulativo e imaginario. 

Esta actitud de historiador-cronista impregnó el relevamiento americano de las nuevas bestias alucinadas. 

Cabe recordar que la descripción de la fauna americana fue una tarea de exploradores, soldados, funcionarios y religiosos. La mayoría de los exploradores llegaban al continente por su “costa y misión”. Significa que solventaban ellos mismos los gastos de la expedición y contar con un cronista personal que fuera documentando sus acciones suponía la posibilidad de que luego la corona europea los recompensara por lo realizado. 

Los animales alucinados de los cronistas de indias son imágenes de la fascinación y el espanto que parecen contradecir los sentidos y frenar el pensamiento. Son imágenes de la ambigüedad de lo indeterminado, de la crudeza de un Nuevo Mundo en contraposición a la civilización y también imágenes que habrán respondido a las expectativas de un Nuevo Mundo a descubrir e incorporar (la probabilidad de un Edén en la tierra corroboraría contenidos bíblicos).

Es interesante la humanización como una constante en las representaciones de monstruos, gigantes, pigmeos, sirenas y seres mixtos que nos hablan de la relación del hombre con la naturaleza y con la cultura de la época y nos invitan a reconocer su vigencia de la mirada antropocentrada, de la naturaleza, en nuestra propia cultura y en lo que creemos ser.

Adriana Bustos

— Reunión:

ediciones urgentes

de Dani Zelko

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Presentación

El artista, poeta y editor argentino Dani Zelko introduce, de manera transversal, la atención a la voz y la experiencia sensible de quien relata y comparte. Zelko despliega su procedimiento de escritura a través de un encuentro: transita por ciudades, pueblos y comunidades. Conoce personas. Le hablan y él escribe a mano todo lo que dicen. La escritura es traducción material a través de las palabras habladas. No existen preguntas ni tema específico y la transcripción es instantánea. La respiración es la pausa que opera como paso a la siguiente línea y da lugar a la escritura en verso. La pausa es el enter, ese instante donde aparece el poema.

Los poemas se transcriben a la computadora y al día siguiente se imprime el libro en la mochila-imprenta que lleva consigo. Cada participante lee en voz alta sus poemas en una ronda de nueve sillas. Los libros son regalados y a su vez distribuidos en otros lugares, donde la acción de disponer las nueve sillas es replicada, dando voz a esos textos por otros portavoces.

La mochila-imprenta tiene una gran capacidad de hacer pública la potencia afectiva de un encuentro. Un elemento que otorga existencia y circulación a historias, relatos y memorias que atraviesan la vida de distintas personas.

Reunión es una práctica de escucha literaria. Admite la presencia de dos o más cuerpos que, en simultaneidad, conversan y encarnan un encuentro. Aquella imprenta nómade posibilita la existencia física (material) del relato oral. Así, el trabajo de Zelko va en una doble dirección: por un lado el acto de escuchar y resaltar la corporalidad de la voz, por el otro el acto de escribir para evitar su desaparición. La imprenta-mochila preserva y concede a otrxs portavoces las memorias que, con urgencia, necesitan expandirse hacia otras latitudes, otros pueblos, otras ciudades, entre otras personas que presten su cuerpo, sus ojos y su voz.

“Ediciones Urgentes” son las cinco publicaciones que aquí se presentan. Esta urgencia radica en la condición adversa en la que fueron concebidas. Situaciones de violencia, dolor, miedo y desesperación que atravesaron tanto comunidades migrantes de México, Estados Unidos y Canadá que escaparon de sus países del Sur Global buscando una nueva vida en norteamérica, como la madre de Juan Pablo Kukok, un chico de 18 años asesinado por la espalda por el policía de la Ciudad de Buenos Aires Luis Chocobar; pasando por el caso de la comunidad mapuche Lof Lafken Winkul Mapu señalada como terrorista al intentar recuperar su territorio ancestral y, por último, voluntarios en el rescate del terremoto ocurrido el 19 de septiembre de 2017 en México.

La imprenta nómade acerca y distribuye gratuitamente los libros entre las comunidades. Actúa como medio para ofrendar de mano en mano una práctica surgida de la cercanía. Una reivindicación a la presencia y al estar con otrxs.

Gonzalo Lagos

Publicaciones

01

“FRONTERA NORTE: migraciones forzadas

“Los migrantes están siendo construidos como enemigos políticos” “Los migrantes están siendo incorporados al discurso de la guerra” “Lo nuevo no son las migraciones, lo nuevo es este régimen global de fronteras, esta fantasía neoliberal de gobernar la movilidad humana” “¿Por qué no podemos entender que la inmigración es la secuela del colonialismo y la esclavitud?” “¡La migración es la disputa misma de a qué le llamamos frontera!” “¡Las caravanas migrantes son un levantamiento, una rebelión!” “¡El acto que están haciendo los migrantes termina con una era, inventa un nuevo momento histórico y político!” “Migrar es pura voluntad de vida” “Todos los seres vivos se mueven a donde hay agua, sombra, comida” “Migrar es inaugurar un nuevo relato para tu propia vida”.

Caminando por ciudades, pueblos y comunidades rurales de México, Estados Unidos y Canadá, me encontré con personas que tuvieron que escaparse de sus países del Sur Global y buscan una nueva vida en Norteamérica.

Con Roxana (Guatemala), Ahmed Moneka (Irak), Almendra Reyna (México), Njoud Aghabi (Jordania), Norma (México), Leonilla (México), Ceyla Valiente (Miccosukee), Kiki “Puntafina” (Cuba), Alfonso (Venezuela), Delbert Zepeda (El Salvador), Jessica Collins (EE.UU), Ronald Jackson (Haití), Alex Gonzalez (Guatemala), Sayak Valencia (México), Verónica Gago (Argentina), Amarela Varela (México) y Alba Delgado (Colombia).

02

“LENGUA O MUERTE: movimiento por la lengua”

Razib, Afroza y Elahi son migrantes. Nacieron en Bangladesh, viven en Madrid. El 26 de marzo, en medio de la crisis por el Covid-19, Mohamed Hossein, un paisano suyo, murió en su confinamiento después de llamar durante seis días a los sistemas de salud y emergencia. Ningún médico fue a atenderlo, ninguna ambulancia lo fue a buscar, hablaba poco español. Desde entonces, junto a otras organizaciones migrantes y sociales, están armando un movimiento por la lengua, exigiendo traducción oral obligatoria en centros de salud, escuelas, juzgados, oficinas del Estado. Interpretación ya para entender lo que les dicen, para hacerse entender, para vivir en su lengua.

Durante abril de 2020 les llamé por teléfono. Me hablaron y escuché. Hice unas pocas preguntas y sonidos para que sepan que estaba ahí. Grabé sus voces. Apenas cortamos, las hice sonar y las escribí. Cada vez que hicieron una pausa para inhalar, pasé a la línea que sigue. Borré las grabaciones, les mandé los textos y los corregimos. Armamos este libro, que tiene una versión digital de descarga gratuita y una versión en papel que distribuye la comunidad.

Con Rakibul Hasan Razib, Afroza Rhaman, Elahi Mohammad Fazle y Pepa Torres Pérez.

03

“JUAN PABLO POR IVONNE: el contra-relato de la doctrina Chocobar”

El 8 de diciembre de 2017, en el barrio de La Boca en Buenos Aires, el policía Luis Chocobar asesinó por la espalda a Juan Pablo Kukoc, un joven de 18 años que había asaltado, y supuestamente acuchillado, a un turista estadounidense. Desde el día siguiente, el Estado y los medios hegemónicos de comunicación avalaron a Chocobar como un héroe y la doctrina represiva del gobierno pasó a llamarse doctrina Chocobar.

Caminando por La Boca conocí a Ivonne, la mamá de Juan Pablo. Nos encontramos una tarde y tomamos coca con medialunas. Hicimos un libro juntxs: ella me habló y yo escribí bien rápido todo lo que me dijo. Cada vez que respiró pasé a la línea que sigue. Nada se grabó, nada se editó después. Imprimimos muchos fanzines, hicimos una ronda de sillas en la calle y lo leímos en voz alta. También hicimos una versión digital y un audiolibro. Contra el relato del poder estatal y mediático, la voz de una mujer sentada junto a su hija en la cocina de su casa de chapa.

Unas semanas después invité a investigadorxs y militantxs a tratar de rodear y desmenuzar algunas problemáticas que se desprenden del relato. Con esos textos hicimos una versión ampliada del libro. Participan Esteban Rodríguez Alzueta, Luci Cavallero, Verónica Gago, Ileana Arduino, Dana Rosenzvit, La Negra Quinto y el Colectivo Juguetes Perdidos.

04

“LOF LAFKEN WINKUL MAPU: el contra-relato del enemigo interno

Lof Lafken Winkul Mapu es una comunidad Mapuche que está recuperando su territorio ancestral en lo que hoy se conoce como Argentina. A raíz del despojo producido por el Estado, los integrantes de la comunidad vivían dispersos en barrios populares de Bariloche, hasta que un día se organizaron para volver a su tierra, a reconstruir su conocimiento, su lengua, sus ceremonias, a vivir como Mapuche. En esa tierra, se levanta una machi, una autoridad del pueblo Mapuche que no aparecía en el Puel Mapu desde hace casi cien años. En esa tierra, el 25 de noviembre de 2017, las fuerzas represivas del Estado asesinaron por la espalda a Rafael Nahuel. El asesinato, hasta el día de hoy, sigue impune. 

Caminando por el Puel Mapu llego a Lof Lafken Winkul Mapu. Invito a sus integrantes a escribir un libro conmigo. Me hablan y escribo a mano todo lo que dicen. Nada se graba. Cada vez que hacen una pausa para respirar, paso a la línea que sigue. Son diez personas que se intercalan al hablar, es una voz, una voz comunitaria. Al otro día, imprimimos el texto y lo leemos en voz alta en una ronda de ocho troncos alrededor de un fuego. Cada persona tiene una copia del texto y una lapicera. Corregimos colectivamente, llegamos a una versión final y mandamos los libros a imprenta. 

De cada tirada de impresión, la mitad de los ejemplares son para que Lof Lafken Winkul Mapu distribuya dentro del territorio Mapuche, donde hicimos presentaciones de lectura en voz alta en distintas comunidades, pueblos y ciudades. La otra mitad de los ejemplares son para que Reunión las distribuya afuera del territorio Mapuche. El libro cuenta también con una versión digital de descarga gratuita y está siendo traducido a diversos idiomas.

05

“TERREMOTO: el presente esta confuso

El diecinueve de septiembre de dos mil diecisiete ocurrió un sismo de siete punto uno grados en la escala de Richter a las 13:14:40 horas en la Ciudad de México. El epicentro del evento telúrico fue en Puebla-Morelos a ciento veinte kilómetros de la Ciudad de México. El sismo ocurrió el mismo día que el de mil novecientos ochenta y cinco.

Dani Zelko llegó de Buenos Aires a la Ciudad el veinticuatro de septiembre, cinco días después del sismo. En los días siguientes, Daniel montó una mesa con su computadora y una impresora que es una mochila — es decir, una impresora portátil — en diferentes calles de las colonias Buenos Aires, Roma Sur, Obrera y Tacubaya. Se sentó y esperó. Detrás suyo había carteles que decían: “Acopio de memorias”, “Háblame y léete”, “Cuenta tu historia hoy” y: “EL PRESENTE ESTÁ CONFUSO”.

Las personas que pasaron le dictaron poemas a Daniel. Se acercaron a decirle algo espontáneamente. Daniel escuchó, transcribió estos poemas, y los imprimió al momento. Les leyó a las personas sus poemas y se los regaló. Las personas que participaron tienen entre tres y sesenta años de edad. Las personas al escuchar sus poemas asentían: “Sí, eso pasó, así fue”, como si alguien más hubiera vivido eso o alguien más lo hubiera relatado. Como si la distancia de leerse en la voz de otro, de leerse en ese instante, pudiera dar cabida a ese relato y a lo vivido, en donde la memoria es por un momento congruente con el temblor del cuerpo, y paradójicamente un recuerdo.

Gonzalo Lagos conversa con Dani Zelko.

Hacia una dimensión político sensible de la escucha. REUNIÓN como expresividad poética de los testimonios.

GL: Me gustaría comenzar mapeando esta conversación teniendo en cuenta tres aspectos presentes en tu proyecto. Uno tiene que ver con el pasado reciente, ligado a un hecho traumático que relatan quienes prestan su voz y comparten sus historias, una fragilidad silenciada que necesita ser visibilizada. Por otro lado, situados en el presente, donde ese relato condensa las imágenes que atravesaron esas personas, esos cuerpos. Y por último el futuro, cuando esa voz circula y se integra en otros contextos, permitiendo la apropiación de las historias por otras personas, tocando otros espacios, otros contextos. ¿Cómo creés que esta documentación y este procedimiento pueden actuar en un sitio de Arte y Memoria como lo es el Parque, considerando que tu práctica escrita a su vez es una práctica de memoria?

DZ: Es cierto que estos relatos cuentan situaciones que sucedieron antes, que se encarnan en un tiempo presente, y que esa materialización produce efectos de ahí en adelante. Pero creo también que en esos días compartidos de hablar, escribir, corregir, imprimir, leer, repartir, tan intensos y breves, se arma una ensalada de temporalidades en la que el tiempo deja de ser lineal, o mejor dicho que el tiempo deja ver que no es lineal. Y así deja de ser personal y puede volverse común. Quizás esta mezcla temporal es una cualidad indispensable de toda práctica de memoria. Porque lo que nos sucedió nos sucede, y de ahí la necesidad y la posibilidad de inventar gestos, espacios, objetos, acciones y situaciones a través de los cuales damos forma a enseñanzas, heridas, violencias e intenciones para que puedan llegar a otrxs, para que puedan construir un nosotrxs imprevisto. Así estos encuentros y estos libros se convirtieron, según el caso, en proceso de duelo, en organización de una disputa política, en espacio de celebración comunitaria, en caja de herramientas para ver cómo seguir luego de un temblor, en regalo de cumpleaños, en ritual para juntar fuerza y cruzar una frontera. Creo que la memoria, cuando se hace práctica, deja de ser un puente al pasado y permite reunir fragmentos de tiempos diversos para componer un tiempo otro. ¿Y cómo construimos, en una época de tiempos tan acelerados e hiperestimulados, prácticas de memoria que accionen con urgencia pero sin inmediatez? ¿cómo construimos prácticas que puedan intervenir con urgencia cuando algo sucede, pero sin reproducir las temporalidades y formas de encuentro reactivas que propone la época?

Con respecto al Parque, me parece un espacio importante y agradezco que esté. También valoro que estemos pensando puntos de contacto entre el Parque y Reunión porque como bien decís, ambos son proyectos o espacios para la memoria, hacia la memoria, desde la memoria, con la memoria. Y también me parece valioso unirnos para hilar fino en algunas diferencias o problemas. Por ejemplo, el Parque es un espacio estatal y por lo tanto es un ejemplo concreto de cómo algunas prácticas de memoria, en este caso las surgidas durante y a partir de la última dictadura, son incorporadas al discurso del Estado. En el caso de las memorias que se escuchan en Reunión, son prácticas de memoria que el Estado y la historia y los medios de comunicación no cuentan, o que no cuentan todavía, o que cuentan tergiversadamente para construir un sentido común que legitime sus estructuras de poder y su uso de la violencia. En ese sentido, desde que entré en contacto con Lof Lafken Winkul Mapu y con Soraya Maicoño tengo la sensación, cada vez más clara, de que hay algunas prácticas de memoria que obturan otras. De que hay algunas construcciones discursivas que, por más imprescindibles que sean, obturan otras. Y me parece que atender a esas tensiones incómodas nos puede ayudar a hacer espacio para seguir ampliando y expandiendo lo que entendemos como memoria, como resistencia, como verdad, como justicia, como terrorismo de estado.

GL: Con el decreto de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio todo el procedimiento de Reunión se ve imposibilitado de realizar. Existe un antagonismo en su propia esencia: la urgencia en la calle, la presencia entre dos cuerpos que se encuentran y conversan. ¿Podrías contar de qué manera el procedimiento tuvo que ser alterado en el caso de Razib, Afroza y Elahi —migrantes que nacieron en Bangladesh y que ahora viven en Madrid— al no poder estar vos presente debido a la crisis sanitaria por el Covid-19?

DZ: Cuando salió el decreto, lo abrí y lo leí. Luego abrí el procedimiento de Reunión, partí la pantalla de la computadora y los puse al lado. Los miré simultáneamente. El yin y el yang. Imposible. Nada de lo que hace Reunión se podía hacer. Dije, bueno, después de cinco años de tanto movimiento llegó el momento de bajar un cambio. Me costó pero lo decidí y traté de sostener esa decisión. Y una mañana Ana Longoni me llama y me cuenta que un migrante de Bangladesh había muerto de coronavirus, en su casa, después de llamar a los servicios de salud y emergencia por seis días. Que no hablaba bien español y entonces no se había podido entender con quienes atendían los teléfonos. Que en seis días nadie lo había asesorado ni lo había ido a ver. Que la comunidad estaba tratando de entender y de dar a conocer lo que había sucedido. Yo iba a estar en Madrid en esos días y me tuve que volver de urgencia de un día para el otro, así que de alguna manera mi cuerpo había quedado dividido entre acá y allá. Y se nos hizo evidente que hacer un libro podía servir. Yo les dije que por supuesto que contaban conmigo, que los ayudaba en lo que pueda. Yo en serio sentía que eso no era parte de Reunión simplemente porque ninguno de los pasos del procedimiento se podía llevar a cabo. Así que creo que les dije literalmente eso, “lxs ayudo”, que ahora que lo pienso me parece horrible, porque justamente este proyecto se trata de buscar tecnologías de reciprocidad, nunca queda claro qué estamos dando, qué estamos recibiendo, qué conocimientos se están juntando, qué reverberaciones vamos a producir juntxs. Pero bueno, empezamos. Decidí que escribamos por teléfono, ni videollamada ni imagen, solo voz. Fue una reafirmación de una fe constitutiva de este proyecto: que las voces transportan presencias. Cuando hice el primer llamado automáticamente me puse a escribir a mano, que es lo que siempre hago. Pero lo sentí raro, porque lo de que se escribe a mano y que está prohibido grabar sirve para que la otra persona vea cómo las palabras que va diciendo se traducen a escrito en el momento, para que el cansancio de la mano después de escribir varias horas le haga saber a la otra persona que lo que está diciendo es importante y que está siendo escuchada con atención, para que esos dos cuerpos dejen por escrito esa oralidad sin tener un aparato en el medio. Bueno, claramente nada de eso estaba sucediendo. Así que agarré la computadora y me puse a tipear. Y me pareció todavía más estúpido. Y ahí le pedí a Elahi que pare de hablar, que me dé unos minutos para entender cómo hacer. Cortamos y ahí entendí que lo tenía que grabar, que la intensidad de mi cuerpo tenía que estar completamente absorta en la escucha, como si de esa manera mi cuerpo pudiera viajar hasta España y estar sentado al lado de la persona que hablaba. Lo volví a llamar y seguimos de esa manera y ahí sí. Hice algunas preguntas y emití algunos sonidos onomatopéyicos para acompañar a la otra voz, para hacerle saber que seguía ahí, escuchando. Porque no hago preguntas pero siempre siempre muevo los hombros, hago muecas, gestos, me río, me tambaleo… y todo ese lenguaje del cuerpo, esa suerte de coreografía de compañía para la voz que habla, ahora pasaba a ser sonido, sonidos del otro lado del teléfono. Cuando terminó desgrabé el texto bien rápido, me daba abstinencia que lo que me acababan de decir no estuviera escrito. Respeté como siempre las inhalaciones para el corte de verso, y una vez que lo terminé, borré el archivo de audio. La computadora me preguntó, “¿Está seguro de que desea borrar el archivo?”, no estaba seguro pero rápidamente puse que sí y escuché el sonido que hace la computadora cuando un archivo es enviado a la papelera de reciclaje. En ese momento entendí que lo que estaba haciendo sí era Reunión y me sentí mal por haberme pasado tantos días pensando si eso “iba a ser parte de la obra” o si “me estaba auto-explotando en un momento en que necesitaba frenar” o si “estaba traicionando al procedimiento al sumarle todas esas limitaciones ajenas”. El procedimiento es lo suficientemente específico para ser siempre el mismo y lo suficientemente versátil para poder escuchar las situaciones en las que se mete y a partir de ellas cambiar lo que haga falta. Y ahí empecé a hacer los otros llamados, a Afroza, a Razib, y me conmovió escuchar la voz de una comunidad migrante que reconoce a la lengua como una cuestión de vida o muerte, la voz de una comunidad migrante que a partir de la muerte de un paisano dijo basta y empezó a organizar una disputa por el derecho a vivir en su lengua. La forma en que estas personas me hablaban de su lengua… la forma en que me contaban que los movimientos por la lengua que su pueblo fue armando lxs acompañan donde sea que vayan… la forma en que decían, con toda simpleza, que la lengua es una forma de vivir. Estábamos unidxs, estábamos cerca, más allá de cualquier decreto, más allá de cualquier limitación lenguajística, más allá de cualquier distancia geográfica.

GL: ¿Cuales son los aspectos que problematiza y de los cuales se ocupa Reunión? ¿En qué crees que hay que continuar insistiendo y qué aspectos deberían modificarse  frente al miedo que actualmente se propaga: al espacio público, a lxs otrxs, a la presencia física? Por último, ¿qué sucede con esos cuerpos que se juntan y traducen materialmente Reunión en relación a las “Ediciones Urgentes” que aquí presentamos?

DZ: Es extraño, a veces cuando hablamos de lo que problematiza una obra nos referimos a lo que nos preocupa y a veces a lo que nos fascina, ¿no? Y de a ratos lo que nos preocupa y lo que nos fascina se juntan. Y quizás eso es lo que pasa en estas “Ediciones Urgentes”. Pero empecemos desde el principio. Reunión comenzó siendo al azar, invitaba a escribir a cualquier persona, de cualquier edad, de cualquier lugar. El procedimiento empezó ocupándose de fascinaciones e intrigas: ¿cómo se escribe de a dos? ¿cuál es el grado cero de un libro? ¿qué relaciones se dan entre cuerpo y escritura? ¿cómo marear la noción de autoría? ¿qué diferencias hay entre hablar y escribir? La fascinación de ver palabras cambiando de materialidad al atravesar cuerpos, las ganas de escuchar y dejarse enseñar, la excitación de imprimir y regalar sin pedir permiso, la fe en que los libros transportan presencias y que los encuentros que suceden entre persona y libro son tan valiosos como los que suceden entre persona y persona, la emoción de entablar amistades duraderas con personas desconocidas, la convicción de que el conocimiento que nos llega no alcanza y hay que salir a buscar otros.

En 2017 el procedimiento ya estaba funcionando, los pasos a seguir estaban pulidos, los libros funcionaban por sí mismos, las rondas de lectura se prendían fuego. Y la cosa se empezó a poner cada vez más tensa: Macri, Temer, Trump, terremotos, éxodos, doctrinas represivas, desapariciones forzadas… y fue inevitable empezar a usar este procedimiento para intervenir en situaciones concretas, y a veces con objetivos bastante concretos también. Eso implicó asumir otros riesgos, equivocarse más seguido, entrar en tensión con muchas de mis propias visiones de cómo hacer arte y sacar a la superficie nuevas contradicciones. Y esas contradicciones resultaron ser maestras, motorizaron mucho más de lo que paralizaron, y fueron trayendo incomodidades que dieron mucha data de cómo y por dónde seguir. De alguna forma extraña, recién cuando el procedimiento se metió con problemáticas muy reconocibles a simple vista como “políticas” fue que entendí que la politicidad del proyecto, desde el principio, radica en una serie de decisiones formales que hace que estos libros y estas situaciones se hagan de una manera y no de otra. Una serie de decisiones que aparecen como limitaciones y que son forma: se escribe con personas desconocidas, nada se graba, se escribe a mano todo lo que dicen, no se hacen preguntas, no se saca tema, no se edita posteriormente, los libros se presentan en la calle, se leen en voz alta y se regalan.

Pero bueno, es evidente que en las “Ediciones Urgentes” pasan a primer plano una serie de problemáticas que no eran nuevas hace tres años, que no son nuevas ahora, y que cada vez se exacerban más: la construcción de enemigxs, el despliegue de políticas del miedo que legitimen esa construcción, el destierro del cuerpo físico ante la hiperestimulación informática, la embestida contra el espacio público, contra toda visión de lo público, contra toda forma de encuentro u organización comunitaria o colectiva. Podríamos seguir la lista por horas. Y la cuestión es que estas estrategias que va adoptando y recrudeciendo la gestión neoliberal de la vida producen (y se sostienen en) violencias estructurales, que de alguna forma condicionan a la sociedad toda, pero que están claramente dirigidas de forma directa a grupos de personas, a formas de vida y a territorios concretos. En las “Ediciones Urgentes” Reunión se acerca a algunas de estos territorios, a algunas de estas comunidades, a algunas de estas personas. No solo para materializar una forma de contarlas o visibilizarlas, sino también, y sobre todo, para proponer una serie de prácticas conjuntas, encuentros íntimos y situaciones públicas donde volver a atravesar lo que pasó, entender lo que pasa, escucharlo, organizarlo, darlo a conocer, moverlo, desarmarlo, conjurarlo.

Es imposible hablar de estas personas, de estas comunidades y de estas situaciones de forma general, cada una es muy valiosa y particular, así que es mucho más enriquecedor abrir los libros y escuchar sus voces que leerme a mí hablando sobre ellas. Pero para tratar de contestar a tu pregunta por los cuerpos en estas últimas ediciones, si algo me queda claro es que ya no es posible negar la violencia, que no es posible hablar de “no violencia” en un mundo como este, y que entonces se inventan constantemente formas de dar vuelta las violencias estructurales y volverlas otra cosa, violencias resistentes, contra-hegemónicas, reparatorias, defensivas, que preserven y reproduzcan vida. Muchas de las personas y las comunidades que hablan en estos libros lo están haciendo. Y lo pasan por esta especie de máquina hecha de sustancias frágiles, y atraviesan cuerpos, voces, papeles, palabras, encuentros, con el deseo de construir otras memorias, otras justicias, otras imaginaciones.

Dani Zelko

Argentina, 1990.
danizelko@gmail.com
www.reunionreunion.com

Su obra está hecha de palabras y personas, que se juntan a través de diversos procedimientos para generar encuentros, publicaciones y acontecimientos en los que las tensiones políticas y los experimentos del lenguaje se retroalimentan. Publicó muchos libros, entre ellos los que aquí se comparten. Algunos fueron traducidos al inglés, al portugués, al alemán, al francés y al italiano. Realizó exposiciones en museos y espacios de arte independientes de varios países de América y realizó colaboraciones con espacios como Museo Nacional Reina Sofía (España) y Bikini Wax (México). Se desempeña como docente de arte y es parte del Proyecto Secundario Liliana Maresca en Villa Fiorito. Se formó con Diana Aisenberg y en el Centro de Investigaciones Artísticas.

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Habeas Sonus

de Mariano Speratti

Esta obra de Mariano Speratti indaga sobre las posibilidades de restituir la memoria a partir del sonido. Speratti nos sitúa en el año 2076 e imagina un futuro en el que ya no hay adultos y son lxs niñxs quienes administran la memoria y develan archivos sonoros del pasado. En clave de ciencia ficción, accedemos a fragmentos sonoros de spots publicitarios producidos por agencias para la Junta Militar del 76.

Junto a este video, el artista presenta cuatro archivos sonoros que integran la sección “Rescates de la Oficina de la Memoria”. Estos “rescates” son testimonios orales de personas que vivieron su niñez, adolescencia o juventud durante la última dictadura cívico-militar en la Argentina, y traen a la memoria recuerdos de esa época a partir de una pregunta: ¿qué elementos sonoros mandarías al futuro para reconstruir lo que se vivió en aquellos años?

Así, la obra de Mariano Speratti propone abordar el sonido como un testimonio ineludible, conectando con la sensibilidad de la memoria auditiva y los universos sonoros que dejan marcas en el tiempo, tanto en la historia personal como en la colectiva. 

La videoinstalación formó parte de El futuro de la memoria, un proyecto concebido por el Goethe-Institut a través de sus sedes en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay, con el fin de alentar el diálogo regional entre sitios de memoria y la reflexión sobre el abordaje de la memoria política desde una perspectiva artística.

En el año 2018 el Parque de la Memoria fue sede del capítulo Argentino del proyecto y participó de su desarrollo conceptual conjuntamente con el Museo Sitio de la Memoria ESMA.

Oficina de la Memoria

Estado de Buenos Aires, Argentina

La Oficina de la Memoria, en el Centésimo Aniversario del Golpe de Estado del 24 de Marzo de 1976, y dentro del marco de la ReConstitución, hace públicos los siguientes archivos desclasificados.

Estos elementos, hallados bajo tierra, fueron exhumados por operarios de la sección Rescates de la Oficina de la Memoria. Los materiales datan del año 2018, y si bien su contenido original no ha sido alterado ni modificado, se sustrajeron las imágenes que los acompañaban, en cumplimiento del Tratado de No Proliferación de Imágenes suscripto por el Estado de Buenos Aires en el año 2068.

Se desconocen datos de autoría, si su autor fue un individuo aislado u organización de algún tipo, y cualquier dato sobre sus posibles motivaciones entra en el terreno de la mera conjetura.

Es dado arriesgar, sin embargo, que, en vistas del amenazante contexto en que fueron generados, se tratara de algún tipo de maniobra de salvataje preventivo.

Los siguientes cuatro son los primeros de una serie de archivos desclasificados que la Oficina de la Memoria irá poniendo sucesivamente a disposición de la ciudadanía.

© Daniela Patané

El futuro es nuestro.
OFICINA DE LA MEMORIA, 2076.

Videoinstalación ''Cartas'', de Gabriela Golder

#ElParqueDesdeCasa

El futuro de la memoria fue un proyecto concebido por el Goethe-Institut a través de sus sedes en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay, con el fin de alentar el diálogo regional entre sitios de memoria y la reflexión sobre el abordaje de la memoria política desde una perspectiva artística. Así, conjuntamente con el Museo Sitio de Memoria ESMA, el Parque de la Memoria participó de su desarrollo conceptual y fue sede del capítulo argentino del proyecto, que incluyó obras de Gabriela Golder, Marcelo Brodsky, Mariano Speratti y el Colectivo Etcétera. Además de las obras realizadas especialmente para la muestra, una pieza fundamental de este proyecto fue el ensayo escrito por Christian Ferrer que reflexiona con lucidez extrema acerca de los mecanismos de preservación y borramiento de la memoria a lo largo de la historia.

En esta ocasión compartimos Cartas, un video de Gabriela Golder en el que un grupo de niñxs entre 8 y 12 años lee diversas cartas escritas desde el encierro de una cárcel, la clandestinidad o el exilio. Son cartas que pertenecen a la colección Cartas de la dictadura de la Biblioteca Nacional. Así, madres y padres consultan desde la ausencia, acerca de la escolaridad, la alimentación de sus hijxs o las tareas del hogar, en un intento por hacerse presentes en su cotidianeidad. Pero sin duda la potencia poética del video de Golder se encuentra en lo no dicho, en el silencio protector que guardan esas cartas, en el denodado intento por no transmitir el dolor y la angustia de la incertidumbre.

#ElParqueDesdeCasa

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Caetano Veloso en el Parque de la Memoria

#ElParqueDesdeCasa

El 10 de diciembre de 2011, Caetano Veloso fue invitado especialmente por el Parque de la Memoria para una entrevista pública en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos. Asimismo Caetano recorrió el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado y recordó especialmente all músico brasilero Francisco Tenorio Cerqueira Junior, desaparecido en Argentina el 18 de marzo de 1976.

Durante la entrevista, Caetano reflexionó acerca de su historia personal, su exilio político, los inicios del Tropicalismo, y su obra en relación con la política y la memoria en América Latina.

Este documental relata su recorrido por el Parque de la Memoria, su encuentro con los organismos con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y con algunos músicos argentinos que se acercaron a saludarlo. 

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El Parque va a la escuela

Para seguir trabajando y reflexionando en casa, el área de educación del Parque de la Memoria presenta una serie de cuadernillos didácticos destinados a docentes de nivel primario y secundario para que puedan abordar con sus alumnxs —de modo virtual— las siguientes temáticas: 

  • Identidades de género y diversidades
  • Pueblos originarios y derechos humanos: luchas y resistencias ayer y hoy
  • Censura en el ámbito cultural: el Golpe y los cuentos prohibidos
  • El derecho a la identidad ayer y hoy
En los cuadernillos, que se lanzarán semana a semana, encontrarán recursos pedagógicos que les permitirán trabajar las diferentes problemáticas a través de lecturas, material audiovisual, registros sonoros y visuales.

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Serie de cuadernillos

1. Identidades de género y diversidades

En esta primera entrega, invitamos a jóvenes de escuelas secundarias a reflexionar acerca de las temáticas y problemáticas vinculadas a las identidades de género y diversidades. Reflexionar sobre qué es la discriminación, deconstruir y cuestionar los roles de género e identificar el lugar que tienen las identidades de lxs estudiantes en la escuela. Resulta central abordar estos temas siendo el ámbito escolar el espacio de socialización y constitución de las identidades por excelencia, y centrales para la garantía de los derechos de lxs jóvenes.

2. Pueblos originarios y derechos humanos: luchas y resistencias de ayer y hoy

El siguiente cuadernillo reflexiona y propone una serie de actividades para trabajar con estudiantes de escuelas secundarias sobre los derechos, luchas y resistencias de los pueblos originarios a lo largo de los años y en la actualidad, para pensar, reflexionar y deconstruir preconceptos y mitos existentes. Las propuestas están divididas en tres ejes de trabajo para abordar las temáticas: Identidad, Territorio y Educación Intercultural Bilingüe.

3. Censura en el ámbito cultural: el Golpe y los cuentos prohibidos

La siguiente secuencia de actividades está pensada para que la puedan realizar las y los docentes de primaria con sus estudiantes en encuentros virtuales. Esta propuesta se centra en abordar lo que fue la censura de la libertad en el ámbito cultural durante la última dictadura cívico-militar. A través de la lectura de cuentos infantiles prohibidos buscamos pensar entre todos qué valores o ideas promueven los mismos y por qué se los quiso censurar.

4. El derecho a la identidad ayer y hoy

El último cuadernillo aborda la temática de la Identidad. Se presenta a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, organismos que han luchado y continúan luchando por la defensa de los Derechos Humanos y particularmente en vinculación a la búsqueda de nietxs, dada la vulneración del Derecho a la Identidad que implicó el plan sistemático de apropiación de bebés de la última dictadura. A su vez, se propone a lxs chicxs pensar en sus identidades a nivel individual y grupal, poniendo de relieve su carácter de Derecho Humano y la importancia de conocernos y respetarnos como seres únicos, cambiantes y sujetos de derecho.

Punto Impropio, de Albertina Carri

#ElParqueDesdeCasa

Operación fracaso y el sonido recobrado fue el título que Albertina Carri le dio a la exposición que realizó en el Parque de la Memoria entre septiembre y noviembre de 2015. La muestra presentó una serie de video-instalaciones que ponían en escena una memoria personal, familiar y política. Así la exposición podía leerse como una suerte de autorretrato conformado por restos y vestigios del pasado: correspondencia epistolar, fragmentos fílmicos, guiones, documentos y registros son para Carri el sustento de una política de archivos que trasciende lo biográfico para ofrecer una lectura posible de nuestra historia reciente.

Durante el año que mis padres estuvieron secuestrados, mi madre escribía cartas a mis hermanas y a mí dándonos consejos de todo tipo. A mis tías pidiéndoles que se hagan cargo de nosotras, a mis abuelos solicitándoles ayuda para que nos críen. Escribía cartas con formato de legado, escribía cartas en lenguaje cotidiano. Escribía para acortar una distancia que ella sabía, sería irreparable. Mamá era profesora de literatura y en esas cartas una de sus preocupaciones era cómo nos formaríamos en esa materia cuando ella no estuviera: en cada una de esas cartas hay un libro a leer. Esas cartas son el libro que Ana María Caruso no pudo escribir. Porque fue madre muy joven, porque era la mujer de un prometedor intelectual, porque la asesinaron con apenas 36 años. Punto impropio recorre la no-obra de mi madre y el dominio que el tratado que Ana María escribió en formato epistolar –ese no-libro– tiene sobre mi voz.

El papel es tan blanco, escribir es tan fácil…
En cuanto a los recuerdos, uno no se puede resistir a esos ojos y retornan, retornan (…).
Todo está guardado en lo profundo detrás de los párpados. Seguimos mirando toda la vida… hasta que se llena y todo empieza a bullir y a eructar, los ríos de la memoria.

                                                                                                                                          Jonas Mekas


Los restos de mis padres nunca fueron hallados, tampoco ha sucedido el juicio por su secuestro y posterior desaparición forzada, todavía no se han demostrado sus homicidios. Soy mayor que ellos en el momento de su muerte. Las cosas que he escuchado sobre ellos, las que he leído, ahora significan otra cosa, son anécdotas sobre unos jóvenes eternos. Sus textos escritos son los pensamientos de dos brillantes jóvenes que me acompañarán de por vida, como hacemos los padres y las madres con nuestros hijos. Mi padre y mi madre serán siempre lozanos, rebeldes de cabellos sueltos y ropa desaliñada, hermosos, rebosantes de esa belleza que da la juventud, y también la muerte. Ana María y Roberto, mis padres muertos, mis padres asesinados, mis padres desaparecidos, vivirán en mí por siempre. Y su enorme ausencia también habitará mi cuerpo, mi mirada del mundo, mi felicidad y mi desdicha, por el resto de mi vida.

Convivo con sus fantasmas desde muy pequeña, exactamente desde los cuatro años de edad. Creí durante casi treinta y cinco que las personas esa edad ya éramos grandes; identidades estructuradas listas para enfrentar el mundo. Hasta que fui madre y vi a mi pequeño hijo ser lo que hemos sido todos a los cuatro años. Pequeños sujetos en formación, aún balbucentes, totalmente vulnerables y extremadamente necesitados de confianza y cariño. Después de descubrir esto me hice más vieja que mi madre y que mi padre, y los recuerdos, todo eso que está guardado detrás de los párpados como dice Mekas, aparecieron, afloraron de muy distintas formas.

El objetivo de estas obras audiovisuales es plasmar ese recorrido incansable de la memoria: esa espeluznante capacidad que tenemos las personas de crecer y ser otras, cada vez. Caminar por los abismos de los recuerdos y también bailar con ellos en una danza insólita y desprejuiciada. Dejarse llevar por su influencia y apagarlos cada tanto, cuando sea necesario. ¿Se puede sofocar el recuerdo? ¿Se puede vivir sin recordar? Quizás se puedan extinguir las imágenes, borrar los contornos de las cosas, pero los sonidos que quedaron en lo profundo, detrás de los párpados, son imposibles de acallar. Los ríos de la memoria no siempre son caudalosos, pero aunque corra una pequeña línea de agua por su lecho, ella es tan obstinada que modificará la tierra en su avance convencido. El paso del tiempo surcará el cauce.

Ante los recuerdos me dispongo como ese lecho como esa tierra y los hago pueblo, brindándolos en relato. Volviéndolos experiencia de todos y no circunstancias personales.

Quiero ser ese lecho, quiero ser esa tierra, quiero contarle al mundo sobre ese poder que tiene el hecho de estar acá y seguir recordando. 

Albertina Carri

#ElParqueDesdeCasa

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Destierro, de Anish Kapoor

#ElParqueDesdeCasa

El escultor indo-británico Anish Kapoor, una de las personalidades más relevantes de la escena artística contemporánea, llevó a cabo su primera exposición en la Argentina en el Parque de la Memoria-Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado entre mayo y agosto de 2017.

Curada por Marcello Dantas, la muestra se tituló Destierro y proponía una lectura en clave artística de uno de los problemas más acuciantes de nuestra era: los refugiados y desplazados sin hogar y sin tierra que habitar. Por otra parte, Kapoor expuso sus ideas y su vasta trayectoria en una entrevista pública realizada por Marcello Dantas en la Usina del Arte.

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